Un maestro que la está rompiendo con su modelo de educación es Barry White jr., quien imparte clases en la Escuela PreK-8 de Ashley Park, pues mientras mayoría de los docentes comienzan su día con el formal pase de lista de asistencia, él ha encontrado su propia manera, única, de conectarse con los estudiantes antes de entrar en al salón.
Barry White Junior enseña la alfabetización de quinto grado en Ashley Park y ha diseñado un saludo personalizado para cada uno de sus alumnos, al mejor estilo de Lebron james, el basquetbolista que le inspiró.
De esta manera, ha revelado White, anima a los maestros a encontrar maneras creativas de involucrarse con los estudiantes.
Significa mucho para ellos. Empiezan el día con energía”, reveló.
Su peculiar manera de conectarse con cada uno de sus estudiantes ha dado la vuelta al mundo y tiene a Charlotte en boca de todos, pues varios programas de televisión estadunidenses se acercaron al profesor para saber más acerca de su método educativo.
El componente más crítico es la relación, la relación que uno va construyendo con sus estudiantes, porque a veces puede ser subestimada o pasada por alto», dice White. «Antes de que ser capaz de entregarles una cantidad sustancial de contenido educativo, ellos tienen que conectarse en su maestro».
White quiere que sus alumnos estén entusiasmados con la escuela. Y por ello, en un esfuerzo por traer alegría y construir confianza, creó esta singular y muy juvenil forma de saludarse. Cada choque de manos es diferente y de acuerdo con la personalidad de cada uno de sus estudiantes.
La idea llegó al fanático del Cleveland Cavalier cuando notó que Lebron James hacía lo mismo con su círculo íntimo. White decidió que sería una idea divertida traer esa práctica al aula. Primero probó un saludo especial con una estudiante de cuarto grado y al principio le costó trabajo seguir la sincronía, pero cuando hubo perfeccionado los movimientos, pensó: «Una vez que vi lo sencillo que era, pero lo poderoso que era para ella, decidí que sería genial tenerlo para toda una clase».
Este año empecé a hacerlos con los niños en el recreo. Fueron solo uno o dos estudiantes, pero vi lo mucho que significaba para ellos”.
Fue como un chapuzón. White dice que una vez que comenzaron los saludos, se convirtieron en contagiosos.
Y me dije ‘bien, si puedo hacer 20, puedo hacer 20 más supongo’…” comentó.
Hoy el profesor no solo tiene un saludo personalizado para cada uno de sus estudiantes en cada una de sus tres clases, también tiene saludos con voluntarios, compañeros educadores y estudiantes en otros grados.
Así es como él prende nuestro día todas las mañanas”, dijo la estudiante de quinto grado de White Denise Hart.
El proceso de recordar el saludo también construye la conexión. White dice que todo tiene que ver con la memoria muscular. El saludo tiene que hacerse un par de veces para recordarlo. Y al final se reduce a una cosa: la alegría.
Quiero traer alegría a la vida de las personas e inspirar a otros a hacerlo», dice White. «Eso es realmente por lo que hago los saludos, para transmitir alegría”.
«Eso realmente hace que mi día. Cuando recibo mensajes sobre cómo inspiré a otros adultos», admitió White. “Con suerte, todo el mundo puede empezar a hacerlo en su salón de clases», finalizó.
Los directivos de la escuela están felices con el profesor, ya que piensan que esta costumbre estimula a los jóvenes a ir a la escuela y, sobre todo, a tener un actitud positiva.
Fuente: Excélsior