Qué hubiera pasado si Kansas se hubiera rendido tras la renuncia de varios de sus integrantes originales? Se le cuestiona a un quisquilloso Rich Williams, guitarrista fundador del legendario grupo de rock progresivo y compositor de los grandes clásicos Carry on Wayward Son y Dust in Wind.
“Hay gente en este mundo que vive del pasado. Está bien. Entiendo sus argumentos, a mí también me gustaría volver a ver tocar a la alineación original de Genesis, pero soy realista y sé que eso jamás sucederá. También daría lo que fuera por The Beatles, pero oigan, dos de ellos murieron. Tampoco pasará. Puedes tener un deseo en una mano y tirar mierda con la otra.
“Que los fans anhelen algo que no ha existido en tres décadas sobre una banda que sigue activa es algo tonto en mi opinión. Se vale ser nostálgico, pero se debe vivir el presente y se debe entender que hay daños colaterales irreversibles: Kerry renunció hace 30 años, también sufrió un ataque cerebral (en 2009) y ya no puede tocar nunca más. Steve perdió la voz y ya no lo puede hacer.
“Robby Steinhardt (violín) sufrió un ataque al corazón y se sometió a una operación de cuádruple bypass, con el mismo final. Si la gente los extraña, llámenles, escríbanles, no recurran a mí porque yo sigo viendo por mi propio trasero, aún tocamos en Kansas y es porque nosotros siempre vemos para adelante”, dice el maestro de las seis cuerdas, que junto al grupo tocará en el Pepsi Center WTC de la Ciudad de México el 29 de enero.
La única baja que Rich ha sufrido es su ojo derecho, en la infancia, por culpa de la pirotecnia. Ahora viste un parche que ya es como su sello y continúa haciendo música con la banda que formó en 1973 en Topeka, Kansas, y con la que recientemente lanzó su quinceavo material The Prelude Implicit.
Se trata del tercer álbum sin Walsh al micrófono y el primero con el nuevo cantante Ronnie Platt, además de David Manion (piano) y Zak Rizvi (guitarra), que incluye 12 rolas, entre ellas el sencillo With This Heart, en el que el alma progresiva de la agrupación sigue reinando.
“Es el nuevo inicio musical que estamos arrancando; somos el ave fénix, renaciendo de las cenizas como en la portada del disco. Kansas renace, es un mensaje claro de que estamos aquí y no nos iremos. Este no es nuestro trabajo, ya estamos organizando nuestra agenda para comenzar a trabajar en un nuevo material durante el próximo año, incluida la gira de aniversario del disco Point of Know Return (1977).
Amamos este ritmo, es a lo que nos dedicamos y ha sido difícil los últimos 16 años porque estuvimos trabajando nuestro regreso y cada miembro dentro de Kansas quiere expresar su creatividad y por fin todos tienen la oportunidad de hacerlo. Con The Prelude Implicit se nos pidió un disco progresivo y eso fue lo que hicimos”, compartió el guitarrista de 66 años.
Williams mencionó que el show de la capital estará repleto de éxitos, todos los sencillos que han popularizado a Kansas como Dust In Wind y Carry on Wayward Son, dos de las canciones que más se han tocado en la radio a nivel mundial, entre otras.
Sobre la supervivencia de estas rolas en más de 40 años, dijo que son su legado para el mundo y que de ninguna manera se avergüenza.
“Es un regalo para mí, porque soy el único que la toca desde su raíz (Dust In Wind), todos en el mundo la conocen, tienen una historia con ella y yo he vivido todo ese proceso. Es un bello momento tocarla, la gente enloquece y toca; la gente practica en casa con ella. Nunca me cansaré. Sé que hay artistas que están acomplejados por los hits que han creado y no lo entiendo, es tonto porque yo amo que la gente se emocione y cante tu canción.
¿Quién es tan pendejo como para sentir asco por provocar emoción qué el mismo construyó con su esfuerzo? Al menos a mí me pone feliz y siempre lo hará”, finalizó.