El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, afirmó ayer en Oslo que el Premio Nobel de la Paz que se le otorgó fue como un “enorme impulso” para lograr un nuevo acuerdo con las FARC.
En víspera de recibir hoy en la capital noruega el prestigioso galardón, Santos dijo que “el Premio Nobel fue como un regalo del cielo y un enorme impulso” para llegar a un nuevo compromiso, tras el rechazo en plebiscito a un acuerdo inicial con la guerrilla.
El Nobel supuso además un “mandato de la comunidad internacional” para alcanzar un acuerdo, dijo Santos —que habló en inglés— en rueda de prensa en el Instituto Nobel de Oslo.
El anuncio del Nobel de la Paz 2016 a Santos se produjo el 8 de octubre, a pesar del inesperado rechazo, cinco días antes en un plebiscito, a un acuerdo suscrito el 26 de septiembre en Cartagena entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
No obstante, dentro y fuera de Colombia, el premio fue visto como un espaldarazo al proceso de paz, pese al revés electoral.
“La gente en Colombia lo interpretó como si fuera un mandato de la comunidad internacional para perseverar (…) y obtener un acuerdo de paz. Por ello, ayudó mucho. Me alentó, alentó a nuestros negociadores, pero particularmente alentó a los colombianos para buscar” un nuevo acuerdo.
A partir de entonces, la guerrilla y el gobierno decidieron mantener un alto al fuego bilateral y hacer ajustes y cambios al rechazado acuerdo, a partir de cientos de propuestas de los sectores que votaron en contra.
“Estoy honrado, feliz, feliz por Colombia”, aseguró Santos, que sólo tres horas antes había aterrizado en Oslo.
“Personalmente, no he podido vivir un solo día de paz, por ello el hecho de que podamos vivir en paz, vivir una vida normal, y no tener miedo de ir a algunas regiones, va a cambiar todo”, añadió.
Santos recibirá hoy el Nobel en una ceremonia en el ayuntamiento de Oslo, en presencia de los reyes de Noruega, Harald y Sonia.
Pero la ausencia de las FARC, no premiadas ni presentes en la numerosa comitiva de Santos, suscitó interrogantes.
HACE 120 AÑOS MURIÓ EL QUÍMICO
Ciento veinte años se cumplen hoy de la muerte del sueco Alfred Nobel. Ese hombre que se enamoró de los laboratorios y que pasó a la historia con los premios que llevan su apellido.
Los Nobel se entregan cada año a las personas que aportan un beneficio a la humanidad en especialidades como Física, Química, Literatura, Economía, Medicina y Paz.
El Nobel de la Paz es el único que no se otorga ni entrega en Estocolmo, a diferencia de los otros cinco galardones, sino en Oslo, por deseo expreso de Alfred Nobel, quien nació el 21 de octubre de 1833.
Alfred fue un químico, ingeniero, inventor y fabricante de armas. Destacó principalmente por la invención de la dinamita y por crear los premios que llevan su nombre. Fue propietario de la empresa Bofors, compañía a la que orientó desde la producción de hierro y acero, a la fabricación a gran escala de cañones y otros armamentos. Registró durante su vida 350 patentes.
Fuente: Excélsior