La fontanela o mejor conocida como mollera es una de las partes del cráneo del bebé en la que se debe de tener mayor cuidado, motivo por el que la Secretaría de Salud llamó a los padres de familia a tomar las debidas precauciones.
La dependencia señaló que la mollera es una especie de abertura que tiene el cráneo en su parte media, y si el pequeño es bastante calvo se le notará a simple vista y cuando respire o llore será muy notorio, pues se llega a inflamar. Es el área de la cabeza del bebé donde los huesos del cráneo todavía no se han juntado. El cráneo no está hecho de “una sola pieza”, sino que tiene diferentes huesos que se van uniendo y fusionando con el tiempo.
Explicó que si se pone la mano sobre la mollera se sentirán los latidos del corazón. Asimismo, si se aprecia que está sobresalida y el bebé tiene somnolencia de más, fiebre y poco apetito, se debe de consultar de inmediato al pediatra.
La mollera se puede tocar, lavar, presionar muy levemente y normalmente permanece abierta hasta los 10 o 18 meses de vida del niño, agregó.
El médico pediatra, Carlos Benítez Pineda, director del Hospital General “Dr. Salvador Zubirán Anchondo”, explicó que la mollera caída o sumida es sinónimo de enfermedad, al indicar que el niño puede estar deshidratado e infectado y requiere ser llevado de inmediato al médico.
Mencionó que en la mayoría de los casos se llega a creer en mitos como que la caída de mollera es por circunstancias que no corresponden a ningún término médico y se realizan acciones como frotar el paladar, codos o pies, acciones que no funcionan y pueden poner en riesgo la vida del menor.
Señaló además que cuando el niño va creciendo, los huesos que forman los bordes de la mollera se van juntando lentamente y llega un momento en que se unen unos con otros, cerrando de esta forma la abertura.
La Secretaría de Salud recomendó a los padres de familia que ante alguna duda o afección en el desarrollo de los recién nacidos asistan a su unidad de salud correspondiente.
Fuente: Crónica