Además de los cuerpos, fueron halladas nueve cabezas humanas; los restos fueron enviados a Chilpancingo para su identificación.
Un total de 32 cuerpos y 9 cabezas humanas fueron encontrados, tras concluir los trabajos de excavación en 20 fosas clandestinas, ubicadas en el cerro Tenanchitla, municipio de Zitlala.
Esta mañana en entrevista para Imagen, el fiscal General de Guerrero, Xavier Olea, confirmó el número de restos, y dijo que ya se realizan las investigaciones correspondientes para su identificación.
«Los restos se fueron a Chilpancingo para realizar los peritajes en antropología forense para ver a qué cuerpo le corresponden las cabezas y poder reconstruir los cuerpos, es un trabajo que se puede tardar un mes”, dijo.
Previamente el vocero de Seguridad del Grupo de Coordinación Guerrero, Roberto Álvarez Heredia, indicó a través de un comunicado que peritos de la Fiscalía General del Estado y personal del Semefo recuperaron los cuerpos y los restos humanos, para posteriormente realizar el traslado para iniciar las diligencias necesarias y lograr su identificación.
En el documento, Álvarez Heredia precisó que, aunque las excavaciones terminaron, efectivos de la Secretaría de la Defensa Nacional continuarán recorriendo la zona en busca de indicios que lleven a determinar si existen más fosas clandestinas en esa zona.
Detalló que, de las 20 fosas ubicadas, sólo en 17 de ellas se encontraron restos humanos y hasta el momento ningún cuerpo ha sido identificado y no hay detenidos como probables responsables.
LAS FOSAS, HALLADAS POR DENUNCIA
Tras ubicar las fosas, el vocero de Seguridad del Grupo de Coordinación Guerrero señaló que el predio donde fueron ubicadas las fosas fue encontrado después de que otras personas secuestradas lograron escapar de sus captores.
Las personas fueron ‘levantadas’ por el grupo criminal conocido como ‘Los Tequileros’ —célula delictiva presidida por ‘El Tequilero’—: cuando los ciudadanos cayeron en manos de los captores, los hicieron caminar por largas jornadas a través de la sierra de la Tierra Caliente, parajes de difícil acceso y bien conocidos por los presuntos delincuentes.
Fuente: Excélsior