El 22 de noviembre de 1963 la muerte del entonces presidente de Estados Unidos conmocionó al mundo, hecho que marcó la historia contemporánea tanto de Estados Unidos como a nivel internacional.
John F. Kennedy llegó a la Casa Blanca en 1960 por parte del partido demócrata, después de una reñida campaña contra Nixon, donde los debates por la televisión se convirtieron en uno de los principales atractivos de esta candidatura.
Kennedy rápidamente se ganó el afecto de los estadounidenses y con aquella mítica frase en su discurso de apertura, recalcó que estaba dispuesto a llegar a Estados Unidos al progreso y hacer una afrenta al comunismo.
«No pregunten qué puede hacer su país por ustedes, pregúntense que pueden hacer ustedes por su país.»
Durante los primeros años de su mandato se enfrentó a acontecimientos que marcaron el rumbo de la historia de la humanidad, la crisis en la Bahía de Cochinos, los misiles en Cuba, el Muro de Berlín, la guerra de Vietnam, la carrera espacial, su lucha por los derechos civiles y la eliminación de la segregación racial.
En 1963, después de tres años como presidente y mientras él y su equipo se preparaban para la próxima campaña, comenzó una pequeña gira en el oeste de Estados Unidos. Primero llegó a Boston y Philadelphia, para después visitar la ciudad de Dallas, Texas, estado al cual consideraba fundamental para triunfar en la elección.
La mañana del 22 de noviembre de 1963, John F. Kennedy aterrizó en la ciudad de Dallas, donde abordó un automóvil descapotable junto a Jackie Kennedy y el gobernador de Texas, seguidos por otro vehículo con el Vicepresidente Lyndon B. Johnson y su esposa.
Durante el trayecto de 16 kilómetros del aeropuerto a Trade Mart, Kennedy fue asesinado por Lee Harvey Oswald a las 12:30 pm, donde recibió un disparo en la nunca y otro en la cabeza. A la 1 de la tarde, el Hospital Parkland Memorial hizo oficial la muerte del presidente.
El cuerpo de John F. Kennedy fue transportado al Air Force One, donde Lyndon B. Johnson tomó protesta como el nuevo presidente de los Estados Unidos.
Las autoridades arrestaron a Lee Harvey Oswald poco después de realizar el asesinato. El 24 de noviembre, a tan solo dos días de la muerte de Kennedy, mientras Oswald era trasladado a la prisión del condado, cuando Jack Ruby apareció entre la gente y le disparó, por lo que moriría dos horas después.
El funeral público tuvo una asistencia de 250 mil personas y el 25 de noviembre el cuerpo de Kennedy se colocó en el Cementerio Nacional de Arlington, donde acudieron presidentes y representantes de más de 100 países.
El 19 de noviembre el ahora presidente Lyndon B. Johnson, llamó a la Comisión de Asesinatos del Presidente– también conocida como la Comisión Warren-, para investigar todos los temas relacionados a la muerte de Kennedy y el asesinato de Lee Harvey Oswald.
Existen muchas hipótesis alrededor del asesinato de Kennedy, pero, lo que sí es un hecho es que cambió el rumbo de la historia de Estados Unidos y la política internacional que en ese momento se encontraba sumida en una Guerra Fría con el comunismo.
A 53 años de su asesinato, Kennedy todavía es recordado como uno de los mejores presidentes de Estados Unidos y uno de los más queridos por el pueblo estadounidense.
Fuente: Excélsior