La nación busca un pacto comercial con líderes de todo el Pacífico, el cual abarcaría más de una cuarta parte del comercio mundial.
Si Donald Trump le da la espalda a las economías asiáticas, China está lista y dispuesta a llenar el vacío.
Durante la campaña electoral, Trump arremetió contra los acuerdos comerciales internacionales, aprovechando un pozo profundo de ira popular por los efectos de la globalización. Ahora, la primera víctima del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, podría ser el enorme acuerdo comercial Transpacífico, al que tildó de «desastre creado y promovido por los intereses especiales que quieren violar a nuestro país».
El Acuerdo Transpacífico (TPP por sus siglas en inglés) fue una de las bases desde las que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, buscaba impulsar la influencia de su país en Asia. Pero ahora el acuerdo parece que está destinado a desaparecer, ya que el Congreso estadounidense se rehúsa a ratificarlo y Trump prometió que lo eliminaría.
«No se puede exagerar la clase de cambio que esto representa», dijo Edward Alden, investigador senior del Consejo para las Relaciones Exteriores de Estados Unidos. «Estados Unidos ha estado trabajando para liberalizar el comercio desde que terminó la Segunda Guerra Mundial», agregó.
China tiene más margen de maniobra
China no está esperando a que se lleve a cabo el funeral del TPP. Ya está promoviendo su propio acuerdo comercial con líderes de todo el Pacífico.
«La posibilidad de que Estados Unidos se repliegue en su estrategia económica implica que China tiene más margen de maniobra para volverse el punto focal de los esfuerzos de integración regional», dijo Mireya Solís, investigadora senior de Brookings Institution. «Parece que Estados Unidos carece de una estrategia económica constructiva en cuanto a la región más dinámica del mundo», detalló.
El TPP, la alianza de Estados Unidos con 11 países del Pacífico, habría sido el acuerdo comercial regional más grande en la historia, ya que abarcaría casi el 40% del PIB mundial y alrededor de una tercera parte del comercio mundial. China no participó en las pláticas.
El plan de China, la llamada Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por sus siglas en inglés), es menor desde el punto de vista económico. Abarca a 16 países que representan casi el 30% del PIB mundial y más de una cuarta parte del comercio mundial. Pero si tiene éxito, China estará en una posición más fuerte para encabezar una región de libre comercio en la región Asia-Pacífico más adelante.
«No podemos permitir que países como China escriban las reglas», dice Obama
Más allá de las cifras, el TPP era un esfuerzo del gobierno de Obama para extender los estándares laborales y ambientales de Estados Unidos.
«No podemos permitir que países como China hagan las reglas de la economía global», indicó Obama en 2015. «Nosotros deberíamos hacer esas reglas».
A pesar de las advertencias de que el TPP costaría empleos y empeoraría la desigualdad salarial, los expertos dicen que su agonía es mala para los intereses estadounidenses en el Pacífico.
«El fracaso de Estados Unidos en la implementación del TPP es un gran golpe a la credibilidad de su política respecto a Asia y tendrá repercusiones económicas y geopolíticas importantes», dijo Solís. «Otros países implementarán el RCEP y las empresas estadounidenses estarán en desventaja», añadió.
Desde que ganó Trump, se ha dicho que los altos funcionarios de países que firmaron el TPP (entre ellos Japón y Australia) dicen que es muy probable que su atención se enfoque en los planes de China.
El presidente de ese país, Xi Jinping, se ha reunido en semanas recientes con los líderes de Filipinas y Malasia, que tradicionalmente han sido aliados de Estados Unidos.
Es de entender que el gobierno chino esté aliviado
Ante las circunstancias, parece que China está complacida con la oportunidad que recibió.
«Es de entender que el gobierno chino esté aliviado de que el TPP exclusivo, económicamente ineficiente y políticamente antagónico tenga menos probabilidades de materializarse a cada día que pasa», según una editorial del diario chino estatal en inglés, China Daily.
No obstante, el discurso proteccionista de Trump, que incluyó la amenaza de imponer aranceles de hasta el 45% a los productos chinos, genera muchas preocupaciones nuevas para ese país, que se ha beneficiado enormemente de esta relación comercial y que vende más productos a Estados Unidos que cualquier otro país.
«Está claro que va a ser una relación mucho más contenciosa», dijo Alden. «No estoy seguro de si es totalmente positivo para China».
Fuente: CNN Expansión