Emotiva noche la vivida en Boston pese a la eliminación de los Red Sox de la postemporada de las Grandes Ligas, ya que uno de los máximos símbolos en su historia dijo adiós: David Ortiz.
Después de la derrota ante Cleveland, los asistentes en Fenway Park permanecieron en sus asientos a la espera de que Big Papi saliera al diamante una última vez.
El dominicano regresó al campo y una ovación de más de tres minutos le despidió; con lágrimas en los ojos, Ortiz simplemente se quitó la gorra en señal de agradecimiento.
«No pude controlar las emociones, traté, pero no pude al entender que es el final de mi carrera. Me voy feliz y tranquilo porque sé que este equipo queda en buenas manos.
«Es la tercera vez que lloro este año. La primera fue con la tragedia de José Fernández, la segunda fue en la ceremonia del último día de temporada aquí (Fenway). La emoción de esta noche al subir a la lomita para despedirme es especial porque sabía que era para despedirme», platicó David Ortiz en conferencia de prensa tras el juego.
Fuente: Medio Tiempo
