El cáncer continúa siendo una de las principales causas de mortalidad a nivel mundial, con millones de nuevos diagnósticos cada año. En 2024, los países con las mayores tasas de incidencia ajustadas por edad son Australia, Nueva Zelanda, Irlanda, Hungría y Bélgica, según los datos más recientes de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC).
Estos países enfrentan diferentes factores que contribuyen a sus cifras elevadas, desde la genética hasta las políticas de detección temprana y los estilos de vida.
1. Australia: la exposición solar
Australia encabeza la lista con una tasa ajustada de aproximadamente 468 casos por cada 100 mil habitantes. La alta incidencia del cáncer de piel, en particular el melanoma, se debe a la gran exposición a la radiación ultravioleta (UV) derivada de su ubicación geográfica y clima soleado.
El Consejo del Cáncer de Australia atribuye al melanoma aproximadamente el 80 por ciento de todos los diagnósticos de cáncer. Además, el envejecimiento de la población, dietas poco saludables, el sedentarismo y el consumo de alcohol y tabaco juegan un papel importante.
A pesar de estas cifras, Australia se destaca por un sólido sistema de detección temprana, lo que significa que muchos casos se detectan en etapas iniciales, mejorando las tasas de supervivencia. Las campañas de prevención y concienciación, como «Slip, Slop, Slap, Seek, Slide», que promueve la protección solar, han sido fundamentales en la lucha contra el cáncer.
2. Nueva Zelanda: alta incidencia de cáncer de piel
Nueva Zelanda, con tasas similares a las de Australia, también sufre de una alta incidencia de cáncer de piel debido a la exposición a la radiación UV. Además, los estilos de vida occidentales han contribuido al aumento de tipos de cáncer asociados con el consumo de tabaco, dietas ricas en grasas saturadas y estilos de vida sedentarios.
El gobierno neozelandés ha intensificado sus esfuerzos para combatir el cáncer mediante la implementación de programas de detección temprana de cáncer de mama y colorrectal, así como campañas para reducir el consumo de tabaco.
Sin embargo, aún enfrentan desafíos para reducir la incidencia, especialmente en comunidades rurales y en grupos indígenas maoríes, quienes tienen un menor acceso a la atención médica y enfrentan mayores tasas de mortalidad.
3. Irlanda: estilos de vida occidentales y envejecimiento
Irlanda ocupa el tercer lugar en incidencia de cáncer con una tasa que supera los 440 casos por cada 100 mil habitantes. El envejecimiento de la población es uno de los principales factores que contribuyen a la alta incidencia, ya que el riesgo de cáncer aumenta con la edad. Los estilos de vida sedentarios, el alto consumo de alcohol y el tabaquismo también son factores relevantes.
El gobierno irlandés ha implementado programas de detección temprana, como el cribado de cáncer de cuello uterino y colorrectal, que han permitido identificar casos en etapas iniciales. Aunque las cifras de incidencia son altas, el acceso a tratamientos y la inversión en investigación han mejorado las tasas de supervivencia.
4. Hungría: altos niveles de tabaquismo y cánceres relacionados
Hungría se enfrenta a una de las tasas más elevadas de cáncer en Europa y ocupa el cuarto lugar mundial. Los cánceres de pulmón, colorrectal y de páncreas son particularmente comunes, impulsados principalmente por altos niveles de tabaquismo. Según datos de la OMS, Hungría tiene una de las tasas más altas de consumo de tabaco en la Unión Europea.
El gobierno ha implementado medidas como restricciones al tabaco, campañas antitabaco y programas de detección de cáncer de pulmón. Sin embargo, los hábitos de consumo profundamente arraigados y los desafíos socioeconómicos han complicado la reducción de estas cifras.
5. Bélgica: alta incidencia y detección temprana
Bélgica ocupa el quinto lugar en términos de incidencia de cáncer con una tasa superior a 420 casos por cada 100 mil habitantes. Entre los factores que contribuyen a esta estadística se incluyen una combinación de envejecimiento de la población, alta prevalencia de cánceres relacionados con el consumo de alcohol y tabaco, y un sistema de salud que garantiza un acceso amplio a pruebas de detección y diagnóstico temprano.
El país ha sido pionero en programas de detección de cáncer de mama y colorrectal, lo que explica en parte la elevada tasa de incidencia. Estos programas, aunque aumentan las cifras de nuevos diagnósticos, también han contribuido a mejorar las tasas de supervivencia al detectar los cánceres en etapas tratables.
La alta incidencia de cáncer en estos cinco países refleja una combinación de factores ambientales, demográficos y de estilos de vida. Sin embargo, también subraya la importancia de la detección temprana y el acceso a un sistema de salud robusto que permita identificar y tratar la enfermedad de manera oportuna.
Las estrategias de prevención y las campañas de concienciación siguen siendo fundamentales para reducir la carga global del cáncer, al tiempo que se impulsa la investigación para encontrar mejores tratamientos y, en última instancia, curas.
Excelsior