Expertos en salud, reunidos en el XIX Congreso de la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS), exigieron mayores recursos para la educación sexual y la prevención de infecciones de transmisión sexual (ITS). Según los datos compartidos en el evento, cada día más de un millón de personas, entre 15 y 49 años, contrae una enfermedad de transmisión sexual (ETS), muchas veces de forma asintomática, lo que dificulta su detección y tratamiento temprano.
Mónica Morán, médica especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, resaltó que los casos asintomáticos representan un gran reto para la prevención y control de las ITS. Al mismo tiempo, el evento contó con la participación de unos 200 comunicadores de salud que discutieron el último informe de ONUSIDA, el cual revela que en 2022 hubo 1.3 millones de nuevos casos de VIH. Esto incrementó a 39.9 millones el número de personas que conviven con el virus a nivel mundial, un dato que subraya la necesidad de programas de prevención más eficaces.
Durante el evento, Hernán Perea, epidemiólogo de la ONG Stop, recalcó que la prevención de ITS debe basarse en un enfoque combinado de educación sexual, uso de preservativos y acceso a medicamentos como la profilaxis preexposición (PrEP) y postexposición (PEP). Según Perea, estos recursos deben ser parte de campañas de salud inclusivas que consideren el estigma asociado a las ITS, un factor que, a menudo, evita que las personas busquen ayuda temprana.
El epidemiólogo señaló que el 66% de las personas que conviven con VIH temen expresar su orientación sexual por miedo al rechazo y estigmatización. Esto contribuye a un ciclo de autoestigmatización y exclusión social, aspectos que afectan negativamente la atención médica y el apoyo social para estos pacientes.
Por su parte, Santiago Fernández, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas, afirmó que aunque la PrEP ha demostrado una eficacia del 99% en la prevención del VIH, su uso también se ha relacionado con el aumento de otras ITS. Según Fernández, factores como el acceso a aplicaciones de citas y la disminución en el uso de preservativos han influido en este fenómeno.
Para hacer frente a este problema, Fernández propuso un enfoque multidisciplinario, sugiriendo además el uso del DOXYPEP, una profilaxis postexposición que emplea doxiciclina para reducir el riesgo de ITS bacterianas como la clamidia y la sífilis. Según estudios recientes, esta medida ha mostrado buenos resultados, aunque aún existe un debate sobre su aplicación a gran escala debido a posibles problemas de resistencia bacteriana.
Excelsior