En 2013 llegaron las empresas de transporte de pasajeros por aplicación a México y 2 años después llegaron a Querétaro por ser una de las ciudades con mayor crecimiento en el país, sin embargo, en ese momento se desató un conflicto con los conductores de taxis que sigue vigente casi 10 años después.
De acuerdo con el entonces Instituto de Transporte de Querétaro, los ingresos del sector del taxi tuvo una caída de casi un 40% durante los primeros 3 años de operación de estas plataformas, las cuales no eran legales en sus totalidad hasta apenas el año pasado, ya bajo el mandato de la Agencia de Movilidad.
El actual director de esta agencia, Gerardo Cuanalo Santos, explicó que son al menos 2 de estas empresas las que se encuentran legalizadas y que pueden operar en el estado de manera formal, pues sobre todo requerían de algunas adecuaciones en materia de seguridad y registro de sus conductores.
El Instituto Mexicano de Competencia Económica estima que en los últimos 6 años estas plataformas quintuplicaron su presencia en todo el país, principalmente en zonas urbanas como Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey, Puebla, Cuernavaca, y por supuesto Querétaro.
A nivel local, nuevamente ocurrió una situación de conflicto cuando taxistas se manifestaron en la Terminal de Autobuses para mostrar su desacuerdo con la presencia de conductores de plataformas que dan servicio en este lugar.
El vocero de los taxistas, Victor Manuel Rico, aseguró que desde hace 3 años se tenía un convenio en el que se establecía que conductores de apps no pueden entrar a recoger pasajeros en el lugar, únicamente dejarlos, sin embargo no han respetado dicho acuerdo.
A pesar de que se tenía este acuerdo, la realidad es que las prácticas de los taxistas en este tipo de sitios han sido también cuestionadas por sus usuarios, pues anteriormente existía una caseta de boletos con tarifas fijas para los taxis, la cual desapareció y los precios quedaron a consideración del taxista en turno.
Ante esta situación, el vocero del Observatorio Ciudadano de Movilidad, Sergio Olvera León, comentó que este tipo de prácticas irregulares siguen siendo comunes en el ramo del transporte de pasajeros, aunque se hicieron más evidentes cuando las aplicaciones ingresaron a los mercados mundiales con un esquema que no estaba contemplado hasta el momento.
Parece un conflicto viejo, sí, pero es muy necesario que cuestionemos como las políticas actuales de movilidad siguen incentivando el uso de automóviles y como el transporte (que debería ser un servicio público) sigue convertido en un negocio muy lucrativo.
Si así es en este momento, ¿qué sera cuando lleguen los coches sin conductor o impulsados por inteligencia artificial?
Alan García