La emblemática empresa de recipientes de plástico, Tupperware, se ha acogido al Capítulo 11 de bancarrota en Estados Unidos, tras enfrentar crecientes pérdidas y una disminución en la demanda de sus productos icónicos. Aunque la compañía busca continuar sus operaciones durante el proceso judicial y explorar una posible venta del negocio, su futuro es incierto.
La popularidad de Tupperware se disparó en los años 50, cuando las mujeres organizaban «fiestas Tupperware» para vender los contenedores y obtener ingresos. Sin embargo, con el tiempo, la empresa perdió terreno frente a competidores que ofrecían productos más económicos y sostenibles.
En los últimos años, la situación financiera de Tupperware se agravó debido al aumento de los costos de mano de obra, fletes y materias primas, como la resina plástica. Laurie Goldman, directora ejecutiva de la compañía, señaló que el difícil entorno macroeconómico ha sido un factor clave en la crisis.
Tupperware reporta entre 500 y 1,000 millones de dólares en activos y entre 1,000 y 10,000 millones en pasivos. A pesar de sus intentos por reestructurar su deuda y recuperar estabilidad, la empresa no logró revertir su declive.
Información de la mano con Excelsior