La amenaza de lluvia y el sabotaje de la red ferroviaria sufrido en la madrugada de este viernes inquietan a las autoridades francesas, a escasas horas de una Ceremonia de Inauguración de los Juegos de París.
La compañía ferroviaria francesa (SNCF) fue “víctima de madrugada de varios actos simultáneos malintencionados en las líneas de alta velocidad Atlántico, Norte y Este”, informó la empresa, precisando que hubo “incendios voluntarios provocados para dañar las instalaciones”.
La ministra de Deportes, Amélie Oudéa-Castera, condenó este “sabotaje” contra los “Juegos de los deportistas”, mientras que su homólogo de Transportes, Patrice Vergriete, denunció un “acto criminal escandaloso” que afectó a unos 800 mil pasajeros, muchos de los cuales tenían que viajar a la capital para asistir a la Ceremonia de Inauguración.
La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, aseguró que “es inaceptable lo que ha ocurrido, pero no impactará en la ceremonia”.
El presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, reiteró por su parte que tiene “plena confianza” en las autoridades francesas.
No fue la única mala noticia con la que se despertó la organización de París, ya que la jornada amaneció con una fina lluvia y, según las últimas previsiones de La Chaîne Méteo, hay un “70 a 80% de posibilidades” de que el acto quede pasado por agua.
Unos 7 mil 500 competidores navegarán en 85 embarcaciones durante seis kilómetros de las aguas que dividen la capital de Francia, expectante sobre cómo saldrá la ambiciosa ceremonia de cuatro horas que mezcla la cultura francesa con los valores olímpicos, presenciada en directo por 320 mil personas.
Manejado con extremo sigilo por sus responsables, se cree que en el número participarán la estrella pop estadunidense Lady Gaga, la cantante canadiense Céline Dion y Aya Nakamura, la artista francófona más escuchada del planeta y blanco recurrente de la extrema derecha francesa.
Lo que es seguro es que la apertura, que ha obligado a colosales esfuerzos de seguridad, será presenciada en directo por personalidades y hasta 85 mandatarios de un mundo en tensión por las guerras en Ucrania y Gaza.
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