El estado de Texas ejecutó este miércoles 19 de mayo, al preso Quintin Jones por el asesinato en 1999 de su tía abuela, que tenía 83 años.
A Jones, un afroamericano de 41 años, le declararon muerto a las 18.40 hora local, tras recibir una inyección letal en la cárcel de Huntsville -cercana a Houston-, según notificó el Departamento de Justicia Criminal de Texas.
Sus últimas palabras fueron: «Me gustaría agradecer a toda la gente que me ha apoyado y ayudado a lo largo de los años. Estoy contento de dejar este mundo como un lugar mejor y más positivo».
Jones fue condenado a muerte en 2001 por asesinar a golpes en septiembre de 1999 a su tía abuela Berthena Bryant y robarle 30 dólares para comprar droga cerca de Dallas.
Antes del crimen contra su tía abuela, presuntamente Jones había estado implicado en otros dos asesinatos, aunque nunca fue imputado por esos casos. La ejecución de Jones se produjo sin la presencia de medios de comunicación de testigos, un hecho que el estado ha calificado como un «error» y por el cual se ha disculpado.
El Universal