El gobernador que no se alinee con la ley para trabajar con los llamados superdelegados para dar resultados en materia de seguridad enfrentará la desaparición de poderes en su estado, advirtió ayer el senador de Morena, Félix Salgado Macedonio.
El también presidente de la Comisión de Defensa Nacional de esta cámara dijo que, hasta el momento, en la historia política de México nunca se ha dado la desaparición de poderes “en un estado donde hay mucha violencia, mucha corrupción, y donde un gobernador no puede gobernar”, pero dijo que los senadores ya están “muy atentos a la actuación” de todos los mandatarios locales.
Agregó que, aunque los gobernadores estén en desacuerdo y busquen dar revés a la ley a través de controversias constitucionales, no tendrán éxito.
No van a poder. Ningún gobernador, de ningún estado de la República, podrá oponerse al mandato constitucional. Todo esto está por ley. Aquí hay que recordarles a los gobernadores que en el Senado es donde se discute, se analiza la viabilidad de nuestras leyes y que somos garantes del cumplimiento de ellas. Aquel gobernador que no se ajuste al lineamiento constitucional, desde aquí se puede dictar la desaparición de poderes. Se los decimos para que lo sepan”, dijo en entrevista.
Ayer, 12 gobernadores panistas emitieron un desplegado donde pidieron al presidente electo no imponer a los “superdelegados”, señalando que se pretende supeditarlos en operaciones de seguridad pública.
Salgado Macedonio opinó que los mandatarios locales rechazan la nueva figura de los 32 titulares de las delegaciones de programas para el desarrollo, porque “se les va a acabar el negocio” de poner hoy en puestos similares a amigos y familiares.
Los delegados federales son puestos por los gobernadores y ganan alrededor de 200 mil pesos al mes. Hay estados donde hay 61, 40, 30 delegados federales y ellos, los gobernadores, ya no los van a poder poner; ahora el Presidente de la República los va a designar”, señaló.
La Ley Reglamentaria del artículo 76 de la Constitución señala que se configura la desaparición de los poderes de un estado únicamente en los casos en que el gobernador quebrante los principios del régimen federal; abandone el ejercicio de sus funciones y esté imposibilitado físicamente para las mismas.
También porque prorrogare su permanencia en el cargo después del periodo para el que fue electo; y promueva o adopte la forma de gobierno o base de organización política distinta de las fijadas en los artículos 40 y 115 de la Constitución Política mexicana.
Excelsior
