La primera mujer presidenta municipal de Acapulco, Adela Román Ocampo, en su toma de protesta aseguró que “nuestro bello puerto se encuentra en un estado de emergencia tal vez como nunca antes, y esto me obliga a hablarles (a los ciudadanos) con la verdad que, aunque duela, es el único camino para recuperar la paz, el progreso y el bienestar para todas nuestras familias”.
Dijo que “debo señalar en primer lugar que los problemas a los que nos enfrentamos son muchos y muy graves, y que ello es el resultado, por un lado, de la corrupción de administraciones municipales pasadas, de la incapacidad y la indolencia de funcionarios y del abandono de la noble tarea del servicio público”.
“Nuestro municipio vive hoy problemas complejos y enfrenta enormes desafíos que reclaman de sus autoridades actuar con firmeza, eficacia y transparencia”.
Afirmó que la única forma de salir adelante en este desafío es con el respaldo y la colaboración de todos, síndicos, regidores, funcionarios de las diversas áreas de la administración municipal, y también de los trabajadores; desde el más modesto intendente, secretaria y trabajador administrativo, y por supuesto con el apoyo de la sociedad.
Señaló que gobiernos erráticos y políticas públicas equivocadas han conducido a la ruptura del orden social y de la convivencia pacífica. Han afectado seriamente la vida institucional. “Nuestro Estado de Derecho se encuentra severamente vulnerado. Hemos retrocedido a épocas de ilegalidad que pensábamos ya superadas”.
En cuanto al problema de la inseguridad, dijo: “Lo abordaremos en coordinación con las autoridades federales y estatales; y tengan por seguro que esta administración no se conformará con prevenir la delincuencia, como lo mandata el artículo 21 de nuestra Carta Magna, porque estamos resueltos a combatir la inseguridad en sus causas más profundas y reales, como son la pobreza, el desempleo, la desintegración familiar y la pérdida de valores universales”.
Reiteró que se revisarán todas las alternativas viables para lograr la pacificación de Acapulco y se apegará a la política de seguridad que pondrá en marcha el próximo gobierno federal.
Fuente: Excélsior
