Miguel Márquez Márquez logró que el Partido Acción Nacional prevaleciera en la elección del pasado 1 de julio, incluso heredó a los guanajuatenses una deuda pública menor a la que existía hace seis años, optimizó la red carretera e incrementó las inversiones nacionales y extranjeras, pero su gobierno atestiguó la más profunda descomposición social traducida en crimen y violencia, con al menos ocho mil asesinatos en seis años.
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi) y del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, la cifra de homicidios dolosos alcanza los ocho mil 131.
También fue el sexenio con más incidencia de ejecuciones de policías; en lo que va del año han sido muertos 52 elementos de policías locales, estatales y ministeriales, mientras que el año pasado sumaron 29.
Para los municipios de Apaseo El Grande, Apaseo El Alto, Celaya, Irapuato, Silao, Salamanca, Pénjamo, Cortazar, San Francisco del Rincón, Purísima y León los últimos tres años han sido una verdadera pesadilla y sus habitantes se han ido acostumbrando a la violencia.
El mismo Miguel Márquez culpó de la violencia a los grupos criminales que roban combustible de los ductos de Pemex que entran y salen de la refinería Ing. Antonio M. Amor de Pemex, ya que ahora se disputan el mercado.
Márquez ha dejado una deuda pública de cinco mil 506 millones de pesos, 981.41 millones menos que como recibió la administración en septiembre de 2012 de su antecesor Juan Manuel Oliva, y que era de seis mil 487 millones.
La administración que finaliza deja 908 millones 325 mil 889 pesos para gasto de inversión, derivado de economías, recursos adicionales, recaudatorios y ahorros por licitaciones en obras y contratos.
Fuente: Excélsior
