Al menos 200 personas murieron como consecuencia de varios ataques coordinados de Estado Islámico (ISIS) este miércoles contra zonas controladas por el Gobierno de Siria en el sur, dijeron funcionarios locales y un grupo de derechos humanos, en la peor acción del grupo yihadista en el país en años.
Los ataques incluyeron incursiones de suicidas con bombas en la ciudad de Sweida, dijeron el grupo yihadista y fuentes oficiales.
Al menos 215 personas murieron y otras 180 resultaron heridas, dijo el jefe de Salud de Sweida a una radio estatal, agregando que en los hechos también fallecieron 75 insurgentes de EI.
Los yihadistas perpetraron atentados simultáneos en varios pueblos al noreste de la ciudad de Sweida, en los que se enfrentaron con las fuerzas gubernamentales, dijeron medios estatales y el Observatorio.
En la ciudad se inmolaron al menos dos personas, una cerca del mercado y la segunda en otro distrito, dijo la televisión estatal. La agencia de noticias estatal SANA informó que otros dos militantes de EI murieron antes de que detonaran sus bombas.
Fotografías publicadas en las redes sociales, que Reuters no pudo verificar de forma independiente pero a las que el Observatorio calificó de genuinas, mostraban cuerpos de insurgentes de EI colgados en las calles por residentes furiosos.
Estado Islámico fue expulsado el año pasado de casi todo el territorio que controlaba en Siria, en ofensivas separadas realizadas por las fuerzas armadas con el apoyo del Ejército ruso y una alianza de milicias respaldada por Estados Unidos.
Desde entonces, el presidente Bashar al Assad ha intentado aplastar los enclaves rebeldes restantes, ubicados cerca de las ciudades de Damasco y Homs, y ha expulsado a los grupos opositores del suroeste.