Las actividades que comúnmente realizamos como ir a la escuela, al trabajo, comer, salir a la calle, no serían tan comunes si las realizáramos sin ver, esto es un poco de lo que vive una persona con ceguera o debilidad visual en su día a día.
Asistir a la escuela, ir al trabajo, comer, salir a la calle, ir con los amigos, parecen acciones de una vida cotidiana, pero ¿qué pasaría si todas estas actividades las realizamos sin ver?, sin duda la ceguera o deficiencia visual cambia la perspectiva de vivir día con día.
Platicamos con Ricardo Aguilar Gaytán, quien perdió la vista hace 30 años y nos compartió como fue el difícil momento que provoco que su educación se viera truncada.
“Yo a los 17 años perdí la vista en un accidente automovilístico, ósea tengo dos vidas, una donde yo veía y otra que no veo. Yo cuando perdí la vista estaba estudiando la preparatoria, y al estudiar la preparatoria y al quedar ciego pues no había oportunidades en una escuela ni publica ni particular donde dieran la oportunidad a un ciego para estudiar”, dijo.
Luego de asumir el gran reto de enfrentarse a una nueva vida, Ricardo decidió esforzarse por seguir adelante optando por dedicarse al deporte, en donde sus esfuerzos lo llevaron a convertirse en medallista nacional en natación y atletismo y actualmente presidir la asociación queretana de deportistas ciegos y débiles visuales.
“Pues mira cuando yo quede ciego yo quería hacer algo, entonces me di cuenta que no había deporte para ciegos, y me metí en lo del deporte, estudie y me prepare, competí, fui seleccionado nacional, participe para Querétaro, fui medallista y me siguió gustando el deporte, entonces me seguí preparando y ahora ya no soy deportista, ya soy entrenador y me encargo de entrenar a los muchachos para que compitan”.
Ricardo refirió que, aunque en la ciudad de manera general las personas ayudan a otras, con capacidades diferentes, aún hace falta mayor cultura.
“Necesitamos hacer más campañas, como tratar a una persona con discapacidad, porque a lo mejor tú tienes la intensión de ayudar, pero no sabes cómo, necesitamos fomentar más como ayudar a cualquier tipo de discapacidad”.
Añadió que una de las dificultades que encuentran las personas con esta y otras discapacidades es la falta de áreas acondicionadas para ellos, señalética especial en sistema braille, adaptaciones en los camiones y añadir señalamiento con texturas, principalmente.
“Necesitamos que en los camiones haya más letreros, donde los asientos primeros son para personas con alguna discapacidad o personas de la tercera edad, aunque también la gente que maneja un camión de pasajeros o de las rutas, tengan esa cultura porque estamos ahí y la gente que le hace la parada para que nos ayude a subir y se pasan de largo, como que no quieren esperarse, como que no nos quieren subir”.
Otro de los principales problemas a los que se enfrentan estas personas es la falta de oportunidades de empleo para las personas con discapacidad. A lo que algunos encuestados para RR Noticias comentaron al respecto.
“Crean en uno, si nos cuesta el doble de trabajo que, a una persona convencional, pero que nos den la oportunidad y la verdad que cualquier discapacidad que le den la oportunidad de estudiar, de trabajar, no va a quedar mal, estoy seguro que le va a echar ganas, que crean en uno”, externó Ricardo Aguilar.
“Socialmente como reclutadores de las empresas muchas veces si toman a un discapacitado visual como una persona que tiene esa limitante para no socializar bien o para no poder hacer realmente bien su trabajo, entonces creo que también debe haber una capacitación a las empresas para que puedan saber y ver que hay una inclusión social, que no por que tengan una discapacidad o limitante visual o cualquiera que sea, van a ser menos en su trabajo, ósea tenemos los mismos derechos y todos necesitamos y merecemos algún lugar en alguna empresa”, añadió Miroslava Rosas Villa.
Afortunadamente existen instituciones en la entidad que ayudan a sobrellevar esta discapacidad, es el caso de la Unión de Minusválidos de Querétaro I.A.P, fundada por Alfredo Blandina Fernández, quien, por experiencia propia al padecer esta discapacidad, apoya a gente como él desde hace ya 34 años.
“Es una institución que da educación y rehabilitación a todas aquellas personas que han dejado de ver de 15 años en adelante, puede tener 50 o 80, lo importante es que la persona se dé la oportunidad de rehabilitarse y sus familiares, para que sea una persona productiva, aquí tenemos muchas clases tenemos primaria, secundaria, clases de manualidades, inglés, computación, clases de baile, de teatro, la carrera de masajes, y además si la persona no tiene donde vivir tenemos albergue y terapia psicológica”.
Para solventar esta fundación se realizan diversas actividades, como lo es “Desayuno a Ciegas”, en donde además de obtener algo de recurso se sensibiliza a las personas sobre cómo es un día cotidiano para una persona ciega.
Enrique Barrón, nos platicó sobre la experiencia de vivir un día de oscuridad.
“Y bueno esto del desayuno a ciegas la verdad es que me pareció una muy buena idea, porque a veces a nosotros como jóvenes, como estudiantes nos cuesta un poquito más de trabajo entender que no todos somos iguales y entonces ponernos en el mundo del otro y tener empatía, pues ya nos hace un poquito más conscientes y pues nunca valoramos lo que tenemos, entonces el estar ahí sentado en una mesa y no saber cómo comer, donde están las cosas en su lugar, pues la verdad es que si te llega un poquito más y tratas de intentarlo para poder salir adelante, entonces me pareció una muy buena experiencia.”, dijo.
Especial para RR Noticias, Anna Ledezma
Foto: Especial