El Día de Muertos es una celebración mexicana que honra a los ancestros durante el 02 de noviembre. Los orígenes de la celebración del Día de Muertos en México, pueden ser trazados hasta la época de los indígenas de Mesoamérica, tales como los Aztecas, Mayas, Purépechas, Nahuas y Totonacas.
Cuando los conquistadores españoles llegaron a América en el siglo XV, se aterraron por las practicas paganas de los indígenas, y en un intento de convertir a los nativos americanos al catolicismo movieron el festival hacia fechas en el inicio de noviembre para que coincidiera con las festividades católicas del Día de todos los Santos y Todas las Almas el 01 de noviembre y el Día de los Fieles Difuntos el 02 de noviembre.
El vocero de la Diócesis de Querétaro, Martín Lara Becerril señaló que, si bien la iglesia católica respeta las tradiciones mexicanas, para los creyentes estas fechas deben ser para orar por la vida, ya que recordó que esta religión se basa en ese precepto y no en la muerte, prueba de ello la resurrección de Jesús.
«La iglesia conmemora el día 02 de noviembre el Día de los Fieles Difuntos, quiero hacer una acotación muy particular que la iglesia católica celebra pues el Día de los Fieles Difuntos, no de los muertos porque esencial en la iglesia católica es la vida y como lo decimos en el día del funeral de una persona, la vida no se acaba sólo se transforma y disuelta nuestra morada terrenal se nos prepara una mansión en el cielo, por eso nosotros celebramos el Día de los Fieles Difuntos».
Explicó que estas fechas para los católicos deben ser para practicar las obras de misericordia, es decir, orar por la salvación de las almas de los seres queridos que han muerto, pero que están destinados a una vida futura porque reiteró el sacerdote la vida no se destruye, sólo se transforma.
«Visitar la tumba de nuestros difuntos y ofrecer por ellos a manera de sufragio la santa eucaristía, esto es realmente muy importante que nosotros oremos por ello y visitar las tumbas siempre para nosotros es un motivo de agradecer a Dios la vida santa, la vida que Dios le ha regalado a uno de nuestros seres queridos, eso es el 02 de noviembre y es agradecer el don de la vida que le concedió a nuestros seres queridos es agradecer a Dios todos los dones que le concedió a lo largo de su vida y es una ofrenda que nosotros le hacemos al Señor sin quitar pues todas las manifestaciones culturales que ya nuestro pueblo tiene muy marcadas en su corazón».
En tanto, el Halloween tiene una raiz céltica y otra romana. Los romanos dedicaban la fiesta denominada Feralia al descanso y la paz de los muertos, haciendo sacrificios y elevando plegarias a sus dioses paganos, por su parte los romanos dedicaban una festividad a Pomona, la diosa de las cosechas y los frutos, pero antes ya los pueblos celtas de Irlanda, Gales, Escocia y el norte de Francia, celebraban la festividad llamada La Samon que era un festival que ocurría entre finales de octubre y principios de noviembre, un rito en que se celebraba el final de la temporada de las cosechas y el comienzo del invierno.
Cuando el cristianismo llega a estos pueblos célticos, la tradición no desaparece, pese a los esfuerzos realizados por la iglesia católica para eliminar supersticiones paganas que pudieran entroncar con el satanismo o culto al diablo.
A mediados del siglo XVIII, los emigrantes irlandeses empiezan a llegar a América, con ellos su cultura, su folclore, sus tradiciones, entre ellas el Halloween, en Estados Unidos, Halloween, evoluciona y se desentiende de la tradición cristiana y se convierte en una noche con aura de débil misterio, brujas, fantasmas, duendes, espíritus, pero sin que se pierda el ánimo festivo y el buen humor.
Pese a ello, la iglesia católica continúa considerando a ésta una fiesta pagana y con trasfondo malévolo por lo que recientemente el mismo vocero de la Diócesis llamó a no festejar este día.
«Yo invitaría a las familias a no celebrar el Día de Brujas, el Día de Halloween, el Día de los Muertos entre los hijos, de manera especial entre los niños, por dos razones: uno no es parte de nuestra cultura y dos desde el punto de vista de nuestra fe, para los que somos católicos esto no es admisible, cómo podemos celebrar el Día de las Brujas sabiendo que las brujas representa algo nocivo y algo malo, no podemos decir que celebramos el Día de las Brujas cuando nosotros sabemos que dentro de nuestra cultura una bruja es signo de maldad».
¿Y usted qué opina sobre la posición de los católicos ante dichas festividades? ¿Usted las celebra? ¿Cuál de las dos prefiere?
Para RR Noticias, Juanita Gavidia