Lluvias tardías podrían afectar cultivos de otoño-invierno, señaló el titular de la Sedea, Tonatihu Cervantes Curiel quien comentó que el nivel actual de presas y bordes es del 40%, por lo cual se espera que las condiciones climáticas mejoren durante el siguiente bimestre del año.
El secretario de Desarrollo Agropecuario en la entidad, Tonatihu Cervantes Curiel, señaló que el retraso de las lluvias en el año podría afectar los cultivos de distintos productos durante el ciclo otoño-invierno.
Aunque señaló que el ciclo primavera-verano será satisfactorio, las lluvias tardías podrían afectar el cultivo de productos como la cebada, que si bien es un producto secundario, mencionó que este año permitió la siembra seis mil hectáreas.
«Todos los días tenemos gente en campo vinculada con los productores, para estar analizando, definitivamente si no mejora la época de lluvias probablemente salgamos bien en el cultivo de primavera-verano, pero nos veríamos afectados en el ciclo otoño-invierno que es con los efectos residuales lo que se puede recuperado de aguas al final del año, que nos permitió este año por ejemplo sembrar más de seis mil hectáreas de cebada, un cultivo secundario, pero muy importante en la región por la comercialización que se da con las cerveceras», apuntó.
Cervantes Curiel comentó que hasta la fevha los niveles de capacidad de agua de las principales presas y bordes del estado se encuentran en 40 por ciento, pero se espera que durante junio y julio las condiciones climáticas sean más favorecedoras.
Finalmente compartió que a nivel estatal hay un seguro catastrófico que da cobertura a 157 mil hectáreas, para este se han destinado aproximadamente 57 millones de pesos.
Por: Iraí Silva
