Hallan 17 agujas hechas con huesos humanos y de venado en un predio del barrio San Pedro, en Xochimilco, Ciudad de México. Este descubrimiento hecho por investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y analizado en conjunto con la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) y la Universidad de Valencia, España, indica que estos materiales pertenecieron a artesanos que ocuparon las agujas para confeccionar indumentaria de algodón a inicios del año 1500.
“El material hallado procede de un rescate arqueológico hecho en 2014, en un predio donde se construiría un edificio, pero se dieron cuenta que había construcciones muy antiguas, de la época de los mexicas. En ese momento, la arqueóloga Gabriela Mejía Apple, suscrita a la Dirección de Salvamento Arqueológico del INAH, fue la encargada de hacer la exploración arqueológica en el sitio”, detalla a Crónica, Gilberto Pérez Roldán, investigador del Laboratorio de Arqueozología de la UASLP.
En ese predio, los especialistas encontraron 17 agujas hechas con huesos de mamíferos, algunas completas y otras fragmentadas, además de punzones y cinceles manufacturados con restos humanos. “Resultó ser que por lo menos, de esas 17 agujas, 12 fueron hechas con huesos de humano, una con huesos de venado y las restantes con huesos de mamíferos que no pudimos identificar totalmente ya que tuvimos la duda si eran de venado o humano”.
—¿Cuánto miden las agujas?, se le pregunta a Pérez Roldán.
—La más larga mide aproximadamente 11 centímetros y la más corta estaría entre los 4 y medio centímetros. Todas oscilan en ese rango estándar, sus diferentes tamaños se debe a que con el uso, las puntas se fueron desgastando, entonces las personas fueron afilándolas.
—¿Cuál es la antigüedad de esas agujas?
—Por la cerámica y la cuestión estratigráfica, estamos hablando de que la unidad habitacional donde se hallaron data de principios del siglo XVI.
El investigador comenta que les resultó interesante saber la relación entre la sociedad xochimilca y la mexica, ya que la primera convivió con los mexicas de forma tributaria, según las fuentes del siglo XVI.
“Estaban bajo el dominio mexica, entonces nos interesó saber cómo una sociedad de este tipo tenían y empleaban restos humanos para su elaboración, pero no solamente en los estudios de identificación aparecían que (los huesos) eran de humanos sino que además las piezas estaban cocidas”, indica.
Pérez Roldán explica que al analizar los restos óseos, todos tenían un patrón de consumo: estuvieron en un caldo o barbacoa. “Dentro de los materiales hallados (en el predio) había guajolotes, venados, patos, liebres, conejos, con evidencias de haber sido destazados”.
El especialista de la UASLP señala que de acuerdo con estudios hechos por Mejía Apple, las agujas estaban asociadas a rellenos constructivos y a entierros. “Resulta ser que en ese predio detectaron entierros humanos, vasijas y se encontraron navajillas de obsidiana y algunas piezas talladas en piedra”.
ALGODÓN. En el México prehispánico existieron diferentes tipos de fibras: de maguey, algodón, palma, mejor conocida como izote y algunas procedentes de pieles, por lo que los investigadores Gabriela Mejía Apple, del INAH; Marta Blasco Martín, de la Universidad de Valencia, y Gilberto Pérez Roldán, de la UASLP, tuvieron que indagar si las agujas halladas correspondían al uso específico de algunas de dichas fibras.
“Al medir los ojales de las agujas, todas caían en el patrón de fibras de algodón, es un indicador importante, porque uno de los elementos que la sociedad mexica pedía era la obtención del algodón de diferentes regiones, como la costa del Golfo de México o la zona de Guerrero-Oaxaca, regiones productoras de algodón en esa época”, señala Pérez Roldán.
El algodón no era usado por todas las personas, sólo por un cierto grupo ya que la vestimenta tenía un gran valor para los grupos mexicas, porque –explica– plasmaba identidad y estatus, de ahí que una materia prima como el hueso humano fuera convertida en agujas para trabajar algodón, un material importante y de control entre el imperio de la Cuenca de México.
“Otra característica física que tiene el hueso humano es su resistencia; a diferencia de las agujas de venado, tienen mayor plasticidad, ¿qué significa esto? Que si se cae la aguja, no se rompe fácilmente”, precisa el especialista.
Por otro lado, el barrio San Pedro las Casas, en época prehispánica, no era zona residencial, por lo que los investigadores se cuestionaron ¿qué grupo vivía ahí?
“Nuestro planteamiento es que fue una casa de élite por el tipo de materiales que se llegaron a encontrar, quizá fueron personas que pudieron tener la solvencia para tener artesanos que confeccionaran vestimentas, porque algo importante en la sociedad mexica era el acceso a la vestimentas y tocados, en este caso con características interesantes: iban adornadas con elementos como conchas, piedras y bordados. Por eso, las agujas tienen un papel destacado en este tipo de grupos de clases, no de élite mayor, sino de clase media”.
¿QUIÉNES ERAN? ¿Por qué se utilizaron huesos humanos y quiénes eran las personas de quienes fueron usados sus huesos?, son preguntas que se plantearon los especialistas.
“La investigación fue de lo básico a lo complejo y las fuentes del siglo XVI nos hablan del imperio mexica y las costumbres que tenían en el Templo Mayor: sacrificios de prisioneros para ciertas épocas. Según las crónicas, en la parte superior del Templo Mayor había un sacerdote que sacrificaba sacando el corazón de estos individuos, posteriormente los arrojaban de las escalinatas para llegar a la parte más baja de la pirámide y había otro grupo de sacerdotes dedicados a desmembrar el cuerpo. Esas extremidades iban a diferentes regiones, unas crónicas hablan de templos y localidades tempranas”, comenta Pérez Roldán.
Por eso, plantean que algunos de esos restos son los huesos hechos agujas en Xochimilco. “Podríamos suponer que hacían el acto de consumo, pero lo que es un hecho es que el hueso guardó un gran simbolismo para esa sociedad”.
Este hallazgo se presentará el jueves 27 de abril a las 17:00 horas. en el Museo Arqueológico de Xochimilco, ubicado en Av. Tenochtitlan s/n Barrio La Planta, Santa Cruz Acalpixca, Xochimilco, como parte del coloquio Arqueología de Xochimilco a través de sus investigadores, que iniciará el lunes 24 de abril.
FOTO:Especial
FUENTE:Crónica