Los olores corporales, como el aliento, el sudor y hasta la orina, pueden ser bastante desagradables y muchas veces un fuerte hedor de estos son un referente a nuestra salud y tipo de alimentación.
Sin embargo, existe un desorden metabólico que convierte el olor de la orina, el sudor y el aliento, en un hedor a pescado, y desafortunadamente no tiene solución, por lo que las personas que la padecen sufren con esta condición.
Kelly Fidoe sufre esta enfermedad llamada Trimetilaminuria, también conocida como síndrome de olor a pescado, el cual es hereditario y causa un defecto en la producción de una enzima -la FMO3- que al no producirse de manera correcta, el cuerpo pierde la capacidad de degradar la trimetilamina (TMA), por lo que se acumula en el cuerpo y al ser liberada en el sudor y otros medios, el olor a pescado se hace presente.
Los primeros casos se reportaron en los años 70, y para ser que es más común en las mujeres que en los hombres.
Kelly, de Manchester, describió su olor como ‘pescado con cebolla’, y comentó a un medio local que durante los últimos años tuvo que cambiar a un turno nocturno en su trabajo en radiografía por las quejas de sus compañeros.
«A parte del olor mismo, hay muy pocos síntomas, y por supuesto tienes efectos secundarios como ansiedad y el aislamiento social, es difícil. Hasta donde yo sé, esta condición afecta de 300 a 600 personas a nivel mundial, no es muy conocida», declaró en un programa de televisión.
La mujer tomaba alrededor de cuatro baños al día, llegó a cambiarse el uniforme dos veces durante su turno y gastaba en grandes cantidades de desodorante. Fue diagnosticada en 2015, aunque ella comenzó a notar el extraño olor durante su adolescencia, donde sufrió muchas burlas.
Aunque no existe una cura definitiva, hay medicinas que le ayudan a procesar mejor algunas enzimas, pastillas para limpiar su sistema digestivo y un jabón con nivel neutral de PH para que su piel no reaccione y el hedor aumente. También recomiendan evitar algunos alimentos como huevo, legumbres, pescados y mariscos.
Afortunadamente Kelly cuenta con el apoyo de su familia, esposo y compañeros de trabajo, quienes saben de su condición y la defienden ante las burlas y quejas.
Foto: Especial.
Fuente: Excelsior