La artrosis (también conocida como osteoartritis) es una de las formas más antiguas y comunes de la artritis. La artrosis es una enfermedad crónica caracterizada por la desintegración del cartílago de las articulaciones.
El cartílago es la parte de la articulación que amortigua los extremos de los huesos y permite el fácil movimiento de las articulaciones. La desintegración del cartílago hace que los huesos se rocen entre sí, provocando rigidez, dolor y pérdida del movimiento en la articulación.
La artrosis es conocida por muchos nombres diferentes; por ejemplo, como enfermedad degenerativa de las articulaciones, osteoartrosis, artritis hipertrófica y artritis degenerativa.
Cada vez se hace más frecuente el padecimiento de esta enfermedad. El origen es multifactorial, desde factores genéticos, metabólicos, mecánicos y otros. Su artrosis podría ser causada por uno o por una combinación de cualquiera de estos factores.
El común denominador de esta enfermedad es el dolor articular, que se vuelve cada vez más incapacitante, puede ser mono articular o afectar varias articulaciones.
Hay varias etapas de la artrosis:
El cartílago pierde elasticidad y se daña más fácilmente por una lesión o por el uso.
El desgaste del cartílago ocasiona cambios en el hueso subyacente. El hueso se ensancha y pueden aparecer quistes en el cartílago. Crecimientos óseos, llamados osteofitos o espolones, se desarrollan cerca del extremo del hueso de la articulación afectada.
Algunos pedazos de hueso o cartílago flotan libremente en el espacio de la articulación.
El revestimiento de la articulación, la membrana sinovial, se inflama debido a la rotura del cartílago causando citoquinas (proteínas de la inflamación) y enzimas que dañan el cartílago aún más.
Los cambios en el cartílago y los huesos de la articulación pueden provocar dolor, rigidez y limitaciones en el uso del miembro. El deterioro del cartílago puede:
Afectar la forma y la composición de la articulación por lo que no funcionará sin problemas. Esto puede significar que usted cojeé cuando camine o que tenga problemas para subir y bajar escaleras.
Causar que fragmentos de hueso y cartílago floten en el líquido de las articulaciones, causando irritación y dolor.
Causar que espolones óseos, llamados osteofitos, se desarrollen cerca de los extremos de los huesos.
Hoy día gracias a equipos médicos modernos y tratamientos de avanzada se le brinda al paciente la ayuda regenerativa del cartílago, el líquido sinovial, la movilidad y en general la funcionabilidad y flexibilidad de la articulación.
Recuerde consultar con su médico especialista en el área para estos padecimientos.
Fuente: Eme de Mujer