Los estados del Bajío, que no eran considerados entre los más violentos de México, están viviendo un aumento de la incidencia delictiva que pone en alerta a empresarios de la región.
Cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) muestran que el problema es más marcado en Guanajuato, sede de compañías que fabrican automóviles, zapatos y ropa, entre otros productos.
De enero a agosto de 2016, en la entidad se registraron 621 homicidios dolosos, lo que equivale a 2.58 al día. Este promedio es mayor al que hubo en 2015, cuando fue de 2.4 crímenes diarios.
Los robos con violencia siguen este mismo camino, puesto que en los primeros ocho meses de 2016 se promediaron 22.67 denuncias diarias, cuando en 2015 fueron 17.88
Roberto Serrano, director de la Cámara de Comercio estatal, señaló que algunos de los municipios que se han vuelto más peligrosos son Acámbaro, Celaya, Cuerámaro y Pénjamo, ya sea por su cercanía con otros estados con fuerte presencia de crimen organizado —como Michoacán— o porque las autoridades no han logrado frenar a la delincuencia común.
“La realidad es que los empresarios están percibiendo un aumento de la violencia. Aunque el gobernador (Miguel Márquez) diga que todo está controlado, ya solicitó un millar de elementos de las fuerzas federales”, dijo Serrano en entrevista.
“Todavía no tenemos problemas tan serios como en Sinaloa o Guerrero, pero si esto sigue así, los vamos a tener”, agregó.
Jorge Ramírez, presidente de la sede estatal de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), coincidió en que la inseguridad se ha agravado y atribuyó la situación a que el crecimiento de Guanajuato lo ha convertido en un estado atractivo para los delincuentes.
«Las cifras son duras y es una preocupación para todos (…) Estamos en buen momento para, sin ningún tipo de alarmismo, buscar soluciones», dijo.
En Aguascalientes, otro estado caracterizado por su actividad manufacturera, el promedio de homicidios en 2016 se mantiene igual al de 2015 —con 0.10 casos diarios—. Sin embargo, de acuerdo con los datos del SNSP, los robos con violencia tienen un alza de 2%.
Más aún, Francisco Ruiz, presidente estatal de la Coparmex, advirtió que estas cifras no reflejan el verdadero tamaño del problema.
El dirigente empresarial señaló en entrevista que sólo se denuncia uno de cada 10 delitos que se cometen, puesto que los ciudadanos consideran que denunciar toma mucho tiempo y, además, no rinde resultados.
“Tenemos datos de nuestros afiliados y de trabajadores, quienes dicen que se llevan hasta un día (en la Fiscalía General)”, dijo Ruiz, quien explicó que los empresarios ya expusieron sus quejas ante el equipo del gobernador electo, Martín Orozco.
Si el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) valida el triunfo que obtuvo en los comicios de junio, Orozco asumirá el gobierno de Aguascalientes el próximo 1 de diciembre.
A partir de entonces tendría que decidir qué medidas tomar en materia de seguridad, por ejemplo, si mantiene o no el mando único policial. Los empresarios piden revisar este esquema porque creen que, si bien ha servido para combatir al crimen organizado, no ha sido útil para frenar a la delincuencia común.
En Querétaro, uno de los estados con mayor crecimiento en los últimos años, las cifras del SNSP muestran un descenso en la incidencia de homicidios y robos con violencia —de 18% y 7.5%, respectivamente—, pero analistas advierten que se ha vuelto un territorio atractivo para líderes del narcotráfico.
Desde 2014, jefes criminales como Enrique Kike Plancarte, de Los Caballeros Templarios, han sido ubicados y detenidos o abatidos en diferentes municipios de la entidad, ubicada a sólo tres horas de la Ciudad de México.
Fuente: CNN Expansión