Ante la disposición del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de lanzar un ataque a México para frenar el tráfico de drogas, la presidenta Claudia Sheinbaum, descartó una posible intervención militar del país vecino.
«Nosotros no aceptamos una intervención de ningún gobierno extranjero”, dijo la mandataria en su conferencia matutina al ser interrogada sobre los comentarios de Trump, quien volvió a criticar la actuación de su vecino y principal socio comercial para enfrentar a los poderosos cárteles mexicanos.
Sheinbaum manifestó la disposición de su gobierno a colaborar con Washington en el intercambio de información, pero insistió en que “nosotros operamos en nuestro territorio”.
“¿Querría ataques en México para detener las drogas? Por mí está bien, lo que sea necesario para detener las drogas”, expresó Trump en la Oficina Oval al reconocer que “estaría orgulloso” de hacer esas acciones porque “salvaríamos millones de vidas”.
En septiembre México y Estados Unidos concretaron un acuerdo de colaboración en materia seguridad durante la visita del secretario de Estado, Marco Rubio, a la capital mexicana.
Los reclamos del gobernante estadunidense han dominado durante este año las relaciones entre México y Estados Unidos, que mantienen un intercambio comercial que se sitúa en torno a los 840.000 millones de dólares anuales.
Los históricos lazos entre los dos vecinos se han tensado ante los aranceles que impuso Trump a sectores clave como la industria automotriz y la producción de acero, aluminio y cobre.
A finales de octubre Sheinbaum y Trump acordaron mantener por unas semanas más las negociaciones en materia comercial mientras sigue vigente la tarifa del 25% para los productos mexicanos no cubiertos por el tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
En los últimos meses Washington impuso un arancel de 50% al acero, el aluminio y el cobre, de 25% a los camiones de carga, y una tarifa de 17% al tomate mexicano.
Información de Proceso.
