La lucha por la legalización de la eutanasia y el suicidio asistido en México resuena en la exposición ‘Muerte Digna, ¡Ya!’, inaugurada este martes en la estación Cuatro Caminos del metro de la Ciudad de México, una semana después de que la ‘Ley Trasciende’ fue propuesta en el Congreso.
“Muerte digna. Honrar la muerte es dignificar la vida”, se lee en las mamparas culturales de la estación Cuatro Caminos de la línea 2 del Metro, una de las más concurridas de la capital, donde transitan más de 100 mil personas al día.
Los mismos activistas que llevaron la propuesta al Congreso están detrás de la exposición didáctica que busca amplificar la conversación entre la ciudadanía y “hacer conciencia sobre una condición que tendría que ser un derecho para todas las personas que así lo decidan en situación terminal“, según destacó Luis Fernández, director ejecutivo de la organización Práctica: Laboratorio para la Democracia.
Fernández expuso que la ley mexicana actual considera la muerte asistida como “homicidio por piedad“, con penas de hasta 5 años de cárcel.
“Lo primero que queremos es que se descriminalice esta práctica(…) Tendría que ser un derecho para todas las personas y que ninguna persona tenga que sufrir ese dolor en las últimas horas, días, a veces años de vida, y menos en un sistema de salud sin condiciones paliativas dignas”, señaló el activista.
Solo el 5 % de los pacientes terminales tienen acceso a cuidados paliativos en México, según datos de 2023, destaca entre otras cifras que ofrece la muestra, donde también resalta una figura del dios azteca de la muerte Mictlantecuhtli.
Ampliar la conversación
La exposición también muestra un diagnóstico de la legalización de la eutanasia en el mundo, donde 22 países han despenalizado o están en proceso de legalizar la eutanasia y/o el suicidio asistido, como España, Colombia, Ecuador, Canadá y más recientemente Uruguay.
Aurelien Guilabert, del colectivo Muerte Digna Ya, resaltó además que la exposición busca amplificar la conversación sobre “el derecho a decidir que cada persona, desde su autonomía, su libertad, pueda decidir con información, con seguridad, con paz y sin dolor”.
“La pregunta no es si estamos a favor o en contra de la eutanasia, sino del derecho a decidir”, remarcó Guilabert.
Siete de cada 10 personas están de acuerdo con que pacientes terminales tengan el derecho a decidir si morir o seguir viviendo, según una encuesta de 2022 de la organización Por el derecho a morir con dignidad.
Guilabert indicó además que “la ayuda médica para morir sucede todos los días en México”, pero “en la clandestinidad, por falta de regulación”, lo que provoca mayor desigualdad y prácticas riesgosas y engañosas.
“Si tenemos desigualdad en la vida, pues déjenme decirles que tenemos también desigualdad en la muerte, porque las personas que pueden acceder a la ayuda médica para morir solamente es porque tienen un contacto o los recursos socioeconómicos”, indicó.
Samara Martínez, impulsora de la ‘ley Trasciende’, también forma parte de la exposición, donde comparte su testimonio de lucha por una muerte digna, que vive en carne propia, al padecer una enfermedad renal terminal que la mantiene conectada a una máquina de diálisis por 10 horas diarias.
“No busco compasión, busco justicia: que el derecho a decidir y ser vistos se convierta en un legado compartido. Soy Samara, soy paciente, pero también soy humana y soy digna de merecer un final sin dolor”, se lee en su testimonio.
La muestra fue inaugurada con la presencia de autoridades del metro de la Ciudad de México, donde recientemente la jefa de Gobierno, Clara Brugada, planteó la necesidad de abrir el debate para regular la eutanasia en la capital.
Hasta ahora, veinte de los 32 estados de México -incluida la capital- cuentan con leyes de voluntad anticipada, también llamada eutanasia pasiva, que permiten al paciente rechazar tratamientos médicos en momentos críticos.
La exposición ‘Muerte Digna, ¡Ya!’, permanecerá por dos meses en el metro Cuatro Caminos, donde transitan 3 millones de personas al mes, y después se irá trasladando de manera itinerante a otras estaciones del subterráneo de la ciudad.
Con información de López-Dóriga
