El secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, declaró una «extrema preocupación» por las muertes generadas tras la operación policial más letal en la historia de Río de Janeiro, Brasil, iniciada desde el martes 28 de octubre.
En un mensaje transmitido este miércoles por su vocero, Stephane Dujarric, el titular de la ONU enfatizó que «el uso de la fuerza por parte de las autoridades policiales debe alinearse con las leyes internacionales de derechos humanos», de acuerdo con el comunicado emitido en su sitio web.
Además, Guterres solicitó que se realice una investigación inmediata sobre lo ocurrido en el atroz enfrentamiento.
Brutalidad policial derivó de operativo contra crimen organizado
El despliegue de los elementos de seguridad ocurrió en las comunidades del Complejo del Alemán y Complejo de la Penha, con el objetivo de cumplir cerca de 100 órdenes judiciales contra individuos vinculados a grupos del crimen organizado.
Particularmente, se desplegó un operativo para debilitar el Comando Vermelho, el principal grupo criminal de la ciudad brasileña que opera en diversas regiones del territorio.
Según datos oficiales, al menos 121 personas murieron, incluidos cuatro policías. Otras 81 personas fueron detenidas. No obstante, la defensoría pública del estado de Rio de Janeiro cifró en 132 el número total de fallecidos, en un mail enviado a la agencia AFP.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, señaló que comprende “los desafíos de lidiar con grupos criminales violentos y organizados como el Comando Rojo”.
“La larga lista de operaciones que resultan en muchas muertes, que afectan desproporcionadamente a los afrodescendientes, plantea preguntas sobre la manera en que se llevan a cabo estas incursiones”, afirmó Volker Turk.
Violencia cometida por elementos de seguridad se ha normalizado,
Turk también remarcó que la letalidad asociada a la policía en Brasil se ha normalizado desde décadas atrás, especialmente en zonas como Río de Janeiro.
“Brasil necesita romper el ciclo de brutalidad extrema y garantizar que las operaciones de seguridad pública cumplan con los estándares internacionales sobre el uso de la fuerza”, dijo el Alto Comisionado.
Volker Turk, solicitó una reforma completa de la policía en Brasil, además pidió investigaciones rápidas, independientes y eficaces sobre los hechos de este martes.
Racismo sistémico en Brasil
El Alto Comisionado añadió que es fundamental abordar el racismo sistémico contra los afrodescendientes en Brasil.
“Es hora de poner fin a un sistema que perpetúa el racismo, la discriminación y la injusticia”, dijo.
Según el Mecanismo Internacional Independiente de Expertos para Promover la Justicia Racial y la Igualdad en la Aplicación de la Ley, los asesinatos de afrodescendientes por agentes de seguridad en Brasil son “generalizados”.
El sitio web de la ONU estima que cinco mil afrodescendientes mueren cada año en el país a manos de la policía, siendo los jóvenes negros de áreas empobrecidas los principales afectados.
Información de Milenio.

