Al día siguiente de la formación de su Gobierno, Sébastien Lecornu ha presentado su dimisión como primer ministro francés al presidente, Emmanuel Macron, quien la aceptó, según anunció el Elíseo.
“No se puede ser primer ministro si no se dan las condiciones”, ha afirmado después Lecornu, con expresión resignada, en un breve mensaje desde el palacio de Matignon.
El premier dimisionario ha lamentado la intransigencia de los partidos, incluidos los que formaban parte de la coalición de gobierno, y su negativa a ceder en sus posiciones.
Según Lecornu, muchos se comportan “como si tuvieran la mayoría absoluta” en la Asamblea Nacional”, queriendo imponer sus puntos de vista y trazando muchas “líneas rojas”.
También ha denunciado los cálculos partidistas y las ambiciones personales de algunos de los actores, que piensan más en las elecciones presidenciales previstas para el 2027 que en los intereses del país.
Crisis política en Francia
La renuncia de Lecornu, que accedió al cargo hace menos de un mes, evidencia la gravedad de la crisis política francesa. La situación se arrastra desde las elecciones anticipadas del verano del 2024, que desembocaron en una Asamblea Nacional sin posibilidad de una mayoría estable.
Macron, muy criticado e impopular, ha sido incapaz de generar un mínimo consenso para reconducir las cosas. La vuelta a las urnas no es descartable, si bien no garantiza en absoluto una salida a la crisis.
La noticia, que pone de manifiesto la ingobernabilidad y aleja las perspectivas de un presupuesto para el 2026, agranda los temores sobre los desequilibrios de las finanzas públicas francesas y ha provocado, en un primer momento, la caída de más del 2% del índice de la Bolsa de París, así como un incremento de la prima de riesgo de la deuda francesa (el diferencial con los bonos alemanes).
Después de semanas de consultas con partidos de todo el espectro político, Lecornu había nombrado a sus ministros el domingo, y el gabinete tenía previsto celebrar su primera reunión el lunes por la tarde.
Sin embargo, rivales políticos de Macron ya amenazaron tras el anuncio del nuevo Ejecutivo con tumbarlo rápidamente si no rompía con las políticas recientes.
La crisis política se agrava en Francia con un Parlamento cada vez más fragmentado
La nueva composición del gabinete, entre el que se encontraban personalidades como Bruno Le Maire, exministro de Economía y Finanzas, como nuevo titular de Defensa, provocó la indignación tanto de sus opositores como de sus aliados, que lo consideraron o demasiado derechista o insuficientemente conservador, generando dudas sobre su futura estabilidad.
El ministro del Interior saliente y presidente de Los Republicanos (LR, derecha tradicional), Bruno Retailleau, se quejó amargamente de que Lecornu le había “ocultado”, el domingo, la inminente designación de Le Maire.
Según Retailleau, la presencia de Le Maire, bajo cuya responsabilidad la deuda pública se disparó, contradice la promesa de “ruptura” con la política impulsada por Macron y genera desconfianza.
Retailleau no fue claro en sus intenciones, aunque hizo un guiño a la extrema derecha al decir que, pese a la división política, en Francia hay una mayoría “de sentido común” que ve demasiada inmigración, demasiada inseguridad y demasiada cultura de la subvención.
Lo ocurrido en las últimas horas agudiza la crisis política en la que Francia se encuentra sumida, sin que ningún grupo cuente con mayoría en un Parlamento altamente fragmentado.
La decisión de Macron de convocar elecciones legislativas anticipadas el año pasado precipitó esta crisis. Lecornu, nombrado el mes pasado, era el quinto primer ministro de Macron en dos años.
Las reacciones a la inesperada dimisión de Lecornu
La dimisión ha exacerbado las críticas de la oposición, quienes cargan contra el presidente Emmanuel Macron. La formación de izquierda radical La Francia Insumisa (LFI), en palabras de la presidenta de su grupo parlamentario, Mathilde Panot, lamenta la derrota de un tercer primer ministro en menos de un año, y ha declarado que “la cuenta atrás ha comenzado. Macron debe irse”, según recoge el periódico Le Monde.
En esta línea, el presidente del Reagrupamiento Nacional (RN, extrema derecha), Jordan Bardella, ha declarado que “el efímero primer ministro no tenía margen de maniobra”. “Sin duda, fue Emmanuel Macron quien formó este gobierno”, expresó en una entrevista para la televisión BFM.
“No comprendió la situación en la que nos encontramos”, lamentó Bardella, quien insistió en que ”no puede haber estabilidad restaurada sin el regreso a las urnas y sin la disolución de la Asamblea Nacional”.
Marine Le Pen, tres veces candidata al Elíseo del RN, arremetió contra Macron “porque se resiste irracionalmente a las instituciones” y se niega a disolver la Asamblea, creando “una situación terrible”.
“Tras la dimisión de Sébastien Lecornu, pedimos que se examine de inmediato la moción presentada por 104 diputados para la destitución de Emmanuel Macron ”, reaccionó el líder de los “insumisos”, Jean-Luc Mélechon. ”Como muchos de ustedes, me desespero de este circo en el que cada uno hace su parte, pero nadie asume su responsabilidad, añadió la recientemente reelegida y ya dimitida ministra de Transición Ecológica, Agnès Pannier-Runnacher».
Información de La Vanguardia.