La Diócesis de Querétaro hizo un llamado a los fieles católicos para reflexionar sobre la inevitabilidad de la muerte y la necesidad de prepararse con anticipación, tanto en el aspecto espiritual como en el material.
Durante la homilía dominical, el padre Wenceslao Ferrusquía recordó que la vida es incierta y que nadie conoce el momento de su partida, por lo que es fundamental vivir con responsabilidad y previsión.
El sacerdote destacó que, además de fortalecer la fe, los creyentes deben dejar en orden los asuntos y bienes que heredarán a sus seres queridos, con el fin de evitarles cargas, conflictos o incertidumbre al momento del fallecimiento.
Asimismo, subrayó que preparar el legado material y espiritual no solo es un deber, sino también un acto de amor hacia quienes permanecen, ya que contribuye a que el duelo sea vivido con mayor paz y serenidad.
Mar Hernández Mendoza
