En el marco de la solemnidad de los santos apóstoles Pedro y Pablo, pilares fundamentales de la Iglesia, la diócesis hace un llamado a los fieles católicos a participar en la misa y recibir la comunión como un acto de fe que fortalece la unidad de la Iglesia y promueve la paz en la sociedad.
El párroco Wenceslao Ferrusaquía explicó que San Pedro fue elegido por Cristo como guía y fundamento de la unidad eclesial, y que el Papa, como su sucesor, representa la continuidad de esa misión.
Asimismo, destacó que la participación activa en la misa y en los sacramentos no es solo un deber religioso, sino una necesidad espiritual para que la Iglesia permanezca viva.
El sacerdote también advirtió que donde no está Dios, hay muerte y guerra, por lo que es esencial invocar su presencia y hacerlo parte de la vida diaria.
La fe dijo debe vivirse con coherencia y constancia, especialmente en tiempos de incertidumbre y división.
Subrayó que esta festividad no es solo una tradición litúrgica, sino una oportunidad para renovar el compromiso cristiano, fortalecer los lazos comunitarios y testimoniar la esperanza en medio de los desafíos del mundo actual.
Mar Hernández Mendoza.