Al menos 22 personas murieron y medio centenar resultaron heridas en un atentado suicida en una iglesia de Damasco, cuyo autor sería un miembro del grupo yihadista Estado Islámico (EI), según autoridades sirias.
Naciones Unidas y varios países condenaron este ataque, el primero de este tipo en la capital siria desde que las fuerzas dirigidas por islamistas radicales derrocaron al entonces presidente Bashar al Assad el 8 diciembre de 2024.
Al menos 22 personas murieron y 63 resultaron heridas, según el saldo actualizado del Ministerio de Salud citado por la agencia SANA.
Periodistas de AFP vieron a socorristas sacando a heridos del lugar y constataron una escena de destrucción.
Un comerciante vecino contó que escuchó disparos y luego una explosión. Las fuerzas de seguridad rodearon el sector.
La seguridad sigue siendo uno de los más grandes desafíos para las nuevas autoridades sirias, y la comunidad internacional les pidió proteger a las minorías e incluirlas en el proceso de transición.
Un testigo, Larence Maamari, dijo que “alguien entró a la iglesia con un arma” y empezó a disparar, y luego los fieles “trataron de detenerlo antes de que se se hiciera explotar”.
El emisario de la ONU para Siria, Geir Pedersen, expresó “su indignación” y pidió a las autoridades realizar una investigación profunda
Para el Ministerio sirio de Relaciones Exteriores “este acto criminal que atacó a fieles cristianos es una tentativa desesperada de sabotear la coexistencia nacional y desestabilizar el país”.
El patriarcado ortodoxo de Damasco exhortó ayer por la noche a las nuevas autoridades sirias islamistas a “asumir la entera responsabilidad” del atentado suicida.
Excelsior