“Hay que soportar, porque si no, ¿de qué vamos a sobrevivir?”, dice Manuel, un operario ecuatoriano que repara la fachada de un edificio en Nueva York bajo la ola de calor que golpea este lunes la costa este de Estados Unidos, con temperaturas cercanas a los 40 grados.
“A veces paramos porque es un peligro. No todos tenemos la misma energía, pero sí hay que soportar”, añade al pie del andamio, que ya comienza a estar en la sombra.
El termómetro superaba los 38 ºC al mediodía en Washington Heights, un barrio con una gran comunidad latina y escasas zonas verdes.
Récords históricos y advertencias oficiales
Según el Servicio Meteorológico Nacional de Nueva York, en Central Park la temperatura alcanzó los 35 ºC, la más alta para esta época desde 1888.
La primera gran ola de calor del año en Estados Unidos comenzó el fin de semana y alcanzó su punto máximo el lunes, afectando a cerca de 160 millones de personas en ciudades como Washington, Baltimore, Filadelfia y Nueva York.
“Este calor extremo no sólo será incómodo y opresivo. Será brutal y peligroso si no se toman las medidas necesarias”, advirtió el alcalde Eric Adams, recordando que cada año mueren 500 personas por calor en la ciudad.
Excelsior