Un deslizamiento glaciar ocurrido en el sur de Suiza dejó a una persona desaparecida y causó daños parciales en el pequeño pueblo de Blatten, que ya había sido completamente evacuado la semana pasada por precaución ante el riesgo, informaron las autoridades.
Las autoridades confirmaron que una persona fue declarada desaparecida, pero no dieron más detalles.
A las 15:30 (13:30 GMT), un derrumbe masivo se produjo a nivel del glaciar de Birch, indicaron las autoridades encargadas de las situaciones de urgencia en esa parte del cantón de Valais.
Muchas casas del pueblo fueron destruidas, afirmó a la agencia de prensa Keystone-ATS, Jonas Jeitziner, responsable adjunto de información del servicio regional de gestión de urgencias. El deslizamiento del glaciar se esperaba desde hacía días.
Imágenes difundidas en YouTube muestran una gran cantidad de hielo y piedras bajando la montaña, que corona un valle donde corre el río Lonza y que alberga el pueblo.
La fuerza y la velocidad del deslizamiento es tal que siguió sobre la otra montaña situada al otro lado del valle.
El martes por la noche y el miércoles de madrugada se registraron los primeros deslizamientos importantes.
Según Raphaël Mayoraz, responsable cantonal encargado de la gestión de riesgos naturales, fueron «tres millones de metros cúbicos de rocas los que cayeron de un solo golpe sobre el glaciar arrastrando todo» en el valle.
Deslizamientos de glaciares
Los deslizamientos de glaciares, también conocidos como desprendimientos o colapsos glaciares, son fenómenos naturales que han ocurrido durante siglos. Sin embargo, en las últimas décadas, su frecuencia e intensidad han aumentado significativamente debido al cambio climático.
El calentamiento global ha acelerado el derretimiento de los glaciares, debilitando su estructura y aumentando la probabilidad de deslizamientos.
Un ejemplo reciente es el deslizamiento en Groenlandia en 2023, que provocó un tsunami y una señal sísmica global que duró nueve días.
Además del aumento de las temperaturas, otros factores contribuyen a la inestabilidad de los glaciares. La acumulación de agua de deshielo en la base de los glaciares actúa como un lubricante, facilitando su movimiento y aumentando el riesgo de desprendimientos.
La pérdida de permafrost, el suelo permanentemente congelado que actúa como soporte estructural, también juega un papel crucial.
A medida que el permafrost se derrite, se libera metano y dióxido de carbono, exacerbando el efecto invernadero y acelerando aún más el derretimiento de los glaciares.
Las consecuencias de estos deslizamientos son devastadoras para las comunidades cercanas. Además de la pérdida de vidas humanas y daños a la infraestructura, los deslizamientos de glaciares pueden provocar inundaciones repentinas, avalanchas y tsunamis en áreas montañosas y costeras.
Excelsior