Cada mes, millones de niñas y adolescentes enfrentan un mismo dilema: cómo ir a la escuela mientras menstrúan, cuando en sus planteles no hay agua, jabón, baños seguros ni productos de higiene menstrual.
Para 4 de cada 10, la respuesta es no asistir. Una de cada 5 ya se ha ausentado al menos una vez por esta causa.
La pobreza menstrual continúa siendo una barrera estructural que afecta gravemente el acceso a la educación de este sector en México.
De acuerdo con Unicef, 30% de las estudiantes ha tenido que improvisar con papel higiénico, y 73% no tiene jabón en su escuela. En México, más de 56 mil escuelas no tienen agua y 6 mil no cuentan siquiera con baños.
Se estima que a lo largo de su vida, una mujer menstruará aproximadamente 528 veces, una realidad que hace urgente garantizar condiciones adecuadas desde la escuela.
En este contexto, Mexicanos Primero, Fundación Femmex y Promotora Social México organizaron el foro Menstruar en la Escuela, en el que se presentó el Manual de Acción para Docentes y Personal Directivo. El recurso gratuito busca acompañar y capacitar a las escuelas para garantizar el derecho a una menstruación digna en más de 216 mil planteles de educación básica y media superior del país.
Irari Reyes, de 15 años, integrante de la Redim, recordó que cuando tuvo su primer periodo no sabía qué era una toalla sanitaria y hasta la fecha sigue sin entender cómo funciona exactamente una copa menstrual.
Cuestionó “¿por qué, si se hablan muchos temas con normalidad, la menstruación sigue siendo tabú? A mis amigas les daba terror tener que ir a la escuela con el periodo. No hay papel, no hay jabón, las puertas del baño no cierran”.
Eufrosina Cruz, activista y presidenta de la Fundación Eufrosina, planteó que la realidad de las niñas indígenas es más cruda pues muchas no saben español, y la menstruación se nombra en español