La Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), informó que, luego de realizar labores de conservación y adecuaciones para la mayor seguridad del público, a partir de este lunes 19 de mayo de 2025 se reanudó el ascenso a la Pirámide de la Luna, como parte de la visita a la Zona Arqueológica de Teotihuacán en el Estado de México.
“Para disfrutar de este espacio con responsabilidad y cuidado, las y los visitantes deben considerar que el ascenso está limitado únicamente al primer cuerpo de la edificación, se pide respetar las restricciones e indicaciones del personal del INAH”, detalló la dependencia.
Recomendaciones para subir a la Pirámide de la Luna
- Usar calzado cómodo
- Evitar correr, saltar o jugar tanto en la escalinata como sobre el monumento.
- El ascenso requiere esfuerzo físico, por lo que si se tienen problemas de salud (cirugías recientes, presión alta, problemas cardíacos, etc.) es preferible no subir.
¿Cómo se construyeron las Pirámides de Teotihuacán?
Teotihuacán fue una de las principales ciudades prehispánicas en Meseamérica, que vivió el mayor apogeo durante el Periodo Clásico con más de 100 mil habitantes.
También conocida como ‘La Ciudad de los Dioses’, el recinto que cuenta con la Pirámide del Sol, Pirámide de la Luna, la Ciudadela, la Calzada de los Muertos, el Palacio de Quetzalpapálotl y la Pirámide de la Serpiente Emplumada, es uno de los más visitados en nuestro país y de los mejor conservados.
La construcción de la ciudad comenzó en el año 100 a.C, donde se inició la construcción de la Pirámide del Sol. En el año 250 a.C., la ciudad amplió su territorio y floreció como uno de los asentamientos más importantes.
Cuando Cortés llegó a esta región, los indígenas contaron la leyenda que los ‘quinanatzin’ eran los responsables de esta imponente ciudad. Los quinanatzin eran una especie de dioses gigantes en la época del segundo sol.
Excelsior