Durante la misa de acción de gracias celebrada en la Santa Iglesia Catedral, con motivo de la elección del nuevo pontífice, el Papa León XIV, el obispo Fidencio López Plaza subrayó que la designación del sucesor de Pedro no responde a intereses ideológicos, sino al discernimiento espiritual guiado por el Espíritu Santo, con el fin de cumplir la voluntad de Dios.
El obispo destacó que esta elección ha sido una sorpresa que fortalece la fe, el amor y la esperanza de los fieles, consolidando el camino hacia una Iglesia sinodal y ministerial. Señaló también que el Papa número 267 en la historia es reflejo de la riqueza multicultural de la Iglesia actual.
En su homilía, López Plaza recordó que el deseo del Vaticano es construir una Iglesia en comunión, tal como lo quiere Dios para todos sus hijos. Afirmó con convicción que “el mal no prevalecerá” y que la misión de la Iglesia es ser un instrumento de paz.
Finalmente, hizo referencia al Evangelio, donde se relata una crisis entre los primeros seguidores de Jesús, y afirmó que el Papa León XIV buscará precisamente esa comunión entre los hijos de Dios, como parte de la nueva etapa evangelizadora que comienza.
Mar Hernández Mendoza.