En México, el poder de la televisión ha sido históricamente más que un negocio de entretenimiento. Entre cámaras, pantallas y estrategias de contenido, también se han tejido redes de influencia política y empresarial.
Pero detrás de los reflectores, una operación oculta se habría dedicado durante años a fabricar campañas de desprestigio, difundir noticias falsas y manipular la conversación pública mediante el uso de bots y perfiles falsos.
Una filtración masiva de más de 5 terabytes de archivos internos expone cómo Grupo Televisa, la mayor televisora del país, operó desde sus oficinas en Chapultepec un equipo especializado en guerra sucia conocido como Palomar.
Según la investigación dada a conocer por el portal Aristegui Noticias, este grupo diseñó y ejecutó ataques contra empresarios como Carlos Slim, ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), políticos de distintos niveles y periodistas, entre ellos a la propia Carmen Aristegui.
¿Cómo operaba esta red?
Según el reportaje “TelevisaLeaks: La fábrica de mentiras, manipulación y guerra sucia”, en el centro de esta operación está el equipo Palomar, liderado por Javier Tejado Dondé, actual vicepresidente de la oficina de información de la presidencia de Televisa, quien presuntamente actúa bajo las órdenes de Alfonso de Angoitia y Bernardo Gómez, los dos principales ejecutivos de la compañía tras la salida de Emilio Azcárraga Jean de la dirección ejecutiva tras la investigación por el FIFA Gate.
El objetivo de este grupo, señalan los archivos filtrados consultados por el medio antes citado, ha sido consolidar el poder mediático de la empresa mediante la manipulación de la conversación pública, el ataque sistemático a competidores y la promoción encubierta de aliados políticos.
Según se constata en los archivos, el equipo Palomar realiza reuniones continuas llamadas “War Room”, en las que se definen las líneas de ataque, los personajes a desacreditar y las estrategias para la difusión de los mensajes, a través de fabricación de historias falsas hasta la producción de videos y publicaciones engañosas, amplificadas mediante el uso masivo de bots, cuentas falsas y páginas que simulan ser medios de comunicación.
Para ejecutar estas operaciones, Televisa habría contratado los servicios de la empresa Matrix to Index, especializada en “posicionamiento de temas en internet, manejo de crisis y operaciones en la sombra”.
Esta firma controlaría cientos de perfiles falsos en redes sociales, blogs y grupos digitales diseñados para replicar los mensajes y campañas definidas.
Entre los reportes internos incluidos en los 5 TB de la filtración, se describe que Matrix controla al menos 500 cuentas humanizadas en la plataforma X (antes Twitter), con un alcance de 4.8 millones de seguidores, además de 2.8 millones de fans en comunidades de Facebook y diversos blogs que simulan ser portales de noticias, con aproximadamente un millón de visitas mensuales.
En las conversaciones internas de Palomar filtradas se aprecia que los coordinadores indican qué imágenes utilizar, qué frases destacar y cómo editar cada pieza para maximizar su impacto emocional.
Además de las redes sociales, los documentos muestran que parte de estos contenidos se inserta en medios digitales y tradicionales mediante pautas publicitarias, el uso de páginas espejo y la colaboración con actores externos que amplifican los mensajes.
¿A quiénes les hicieron campaña en contra?
De acuerdo con el reportaje firmado por la Unidad de Investigaciones Especiales, uno de los principales blancos fue el empresario Carlos Slim, atacado especialmente tras el colapso de la Línea 12 del Metro en 2021.
Los videos y publicaciones creados por Palomar responsabilizaban exclusivamente a Grupo Carso, omitiendo la participación de otras empresas del consorcio constructor, como ICA, vinculada a ejecutivos de Televisa.
La campaña incluyó montajes de portadas de medios como el New York Times y la difusión masiva de los mensajes mediante la red de bots.
Otra de las figuras recurrentemente atacadas fue la periodista Carmen Aristegui, quien aparece mencionada en más de 300 conversaciones internas del equipo. Las campañas incluyeron la falsificación de chats en los que se le acusaba sin pruebas de colusión con funcionarios, así como videos que intentaban responsabilizar a su medio del montaje mediático sobre la inexistente niña Frida Sofía durante el sismo de 2017, un caso que las autoridades mexicanas confirmaron como una mentira originada desde Televisa.
También fueron objetivo de estas campañas la gobernadora de Campeche, Layda Sansores; la exsecretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero; así como varios ministros de la Suprema Corte, entre ellos Luis María Aguilar, Alberto Pérez Dayán y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, quienes compitieron con Arturo Zaldívar por la presidencia del máximo tribunal.
Uno de los episodios más graves documentados en la filtración fue la fabricación de denuncias de abuso sexual infantil contra el hijo del magistrado Jorge Arturo Camero Campo, a quien Palomar buscaba desacreditar por sus resoluciones judiciales contrarias a los intereses del gobierno federal y de Televisa.
Los testimonios falsos fueron actuados por empleados del equipo, incluyendo a Carla Aguilar Ballesteros y Carla Padilla, quienes grabaron videos con las voces distorsionadas y los rostros desenfocados.
En los archivos originales filtrados es posible identificar con claridad a los trabajadores que participaron en esta producción, señalan.
Cabe apuntar que hasta este momento los directivos de la televisora no han hecho comentarios tras darse a conocer el escándalo al que también han nombrado Televisa Leaks.
Con información de Infobae.