El mundo del beisbol se viste de luto tras conocerse la trágica muerte de Tony Enrique Blanco Cabrera, exjugador dominicano de las Grandes Ligas y del beisbol japonés, quien falleció este lunes a los 43 años en el colapso del techo de la discoteca Jet Set, ubicada en Santo Domingo.
El siniestro dejó además varias víctimas fatales, entre ellas el también exlanzador de Grandes Ligas Octavio Dotel. Blanco, quién era de San Juan de la Maguana, nació el 10 de noviembre de 1981 y desde temprana edad demostró un talento sobresaliente para el beisbol, tras iniciar su carrera profesional en el sistema de ligas menores de los Red Sox de Boston.
Su potencial rápidamente llamó la atención, y en 2002 fue transferido a los Rojos de Cincinnati, donde su desempeño con los Potomac Cannons en 2003 lo consolidó como un prospecto prometedor. Su oportunidad en las Grandes Ligas llegó en 2005, cuando fue seleccionado por los Nacionales de Washington en el Draft de la Regla 5.
Ese mismo año debutó en las mayores, participando en 56 juegos y aunque su promedio de bateo fue modesto (.177), conectó un jonrón e impulsó siete carreras, dejando huella con su fuerza al bate y su versatilidad en el terreno como primera y tercera base, además de desempeñarse en los jardines.
Tony Blanco pasó de las Grandes Ligas a ser leyenda en Japón
Tras su paso por las Grandes Ligas, Blanco encontró una segunda oportunidad para brillar en el béisbol japonés. En la Nippon Professional Baseball (NPB), defendió los colores de tres equipos: los Chunichi Dragons, los Yokohama DeNA BayStars y los Orix Buffaloes, fue en Japón donde alcanzó el clímax de su carrera deportiva.
En su temporada debut con los Chunichi Dragons, lideró la Liga Central con 39 cuadrangulares y 110 carreras impulsadas, ganándose el respeto de sus compañeros y rivales, y el cariño de la afición nipona, que celebraba su estilo explosivo y su carácter humilde.
La repentina muerte de Blanco ha generado una ola de conmoción entre fanáticos, colegas y dirigentes deportivos, quienes lo recuerdan como un hombre alegre, trabajador y apasionado por el juego.
En redes sociales, múltiples figuras del béisbol han expresado sus condolencias y compartido anécdotas de su tiempo junto a él.
El colapso en la discoteca Jet Set, un reconocido centro nocturno de la capital dominicana, ocurrió durante un evento privado y dejó varios heridos además de las víctimas fatales.
Las autoridades locales han iniciado una investigación para esclarecer las causas del desplome, mientras que familiares y amigos de Blanco se preparan para rendirle homenaje en los próximos días. Tony Blanco deja un legado de perseverancia, talento y amor por el béisbol. Su partida representa una pérdida irreparable para el deporte dominicano e internacional.