Mientras en la Ciudad de México fueron aprobadas las corridas de toros sin violencia, en Querétaro desde hace algunos años dichas corridas se convirtieron en patrimonio cultural inmaterial del Estado.
De acuerdo al número 77 del periódico oficial, la Sombra de Arteaga, la quincuagésima séptima Legislatura del Estado de Querétaro, decretó en 2012 a la Fiesta de Toros como Patrimonio Cultural Inmaterial de la entidad.
“Que, desde el punto de vista económico, es importante reconocer la contribución de la fiesta de los toros al Estado. Es una derrama importante que contribuye al sostenimiento de muchas familias, pues de manera indirecta la fiesta brava produce empleos para el personal que labora en restaurantes, valet parking, taxis, hoteles e incluso para los artesanos que con el objetivo de vender sus productos y servicios se acercan a los sitios donde se llevan a cabo las corridas de toros”, resalta la publicación.
En su momento el entonces diputado Marco Antonio León Hernández, aseguraba que las corridas dejaban a la entidad una derrama económica de 657 millones de pesos anuales.