Imane Khelif, boxeadora argelina, denunció nuevas acusaciones «falsas» de la Federación Internacional de Boxeo (IBA, por sus siglas en inglés), que insiste en impedir a la campeona olímpica competir en categoría femenil, y dijo no descartar una respuesta judicial.
La IBA fue excluida del movimiento olímpico, pero durante los Juegos de París protestó por el hecho de que se autorizara tanto a Imane Khelif como a la taiwanesa Lin Yu-ting competir en categoría femenil.
La instancia anunció el lunes una ofensiva judicial contra el Comité Olímpico Internacional (COI).
La IBA «ha vuelto a proferir acusaciones sin fundamento que son falsas e insultantes», escribió Imane Khelif en un comunicado publicado en su cuenta de Instagram el martes por la noche.
«Mi equipo está examinando minuciosamente la situación y tomará todas las medidas legales necesarias para asegurarse de que mis derechos y los principios de competencia leal sean respetados».
«Lucharé en el cuadrilátero, lucharé ante los tribunales y lucharé ante la opinión pública hasta que la verdad sea innegable», prometió la boxeadora.
La IBA, dirigida por el ruso Umar Kremlev, anunció el lunes «presentar una denuncia ante el fiscal general de Suiza», Stefan Blätter, y preparar «denuncias similares» ante los fiscales generales de Francia y Estados Unidos.
Ocho meses después del torneo olímpico, la IBA se considera legitimada en su ofensiva por el decreto firmado recientemente por el presidente estadunidense Donald Trump para impedir a las deportistas transgénero participar en competiciones femeninas.
Ni Imane Khelif ni Lin Yu-ting, ambas campeonas olímpicas en sus categorías, son mujeres transgénero, pero según la organización, este texto «demuestra que la IBA fue firme, protegiendo con justicia a las boxeadoras de una competencia desleal».
«Según la ley suiza, cualquier acción o inacción que presente un riesgo para la seguridad de los participantes en una competición merece investigación y puede servir de base para acciones penales», sostiene la IBA, a la que en 2019 el COI le retiró la organización del torneo olímpico por sus problemas de gobernanza.
La organización afirma que excluyó del Mundial de 2023 a las dos deportistas, que siempre han competido en la categoría femenina, porque serían portadoras de cromosomas XY, una prueba de masculinidad, subraya la IBA, aunque también es una forma entre otras de «diferencia de desarrollo sexual» (DDS), anteriormente llamada intersexualidad, que afecta según los estudios a uno de cada 1.000 a 4.500 nacimientos.
En cambio, el COI, que gestionó directamente el torneo olímpico de boxeo en sustitución de la IBA, se basó en el pasaporte de las dos competidoras para permitir su participación.
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