Colisiona André-Pierre Gignac ante el peor enemigo del deportista, la edad. El francés de 39 años sufrió con el paso del tiempo los dolores que no le permiten moverse como antes en la cancha.
Fue intervenido quirúrgicamente de la ruptura parcial del tendón derecho en una operación que duró una hora y resultó menos invasiva de lo pronosticado.
El problema para Gignac no es la recuperación, sino el futuro, un territorio de angustias en el que está próximo a entrar.
En las oficinas de Tigres confirmaron a este diario que la idea es que regrese para la jornada 13, pero cada vez más en un papel secundario.
El horizonte puede percibirse terrible para André-Pierre Gignac, ídolo y figura histórica de este equipo en su era contemporánea. Es el umbral del fin. En Tigres entienden que es inevitable mantenerlo más tiempo. Su contrato expira en junio por lo que el plan es ofrecerle, a regañadientes, uno más a corto plazo, lo que duré el torneo Apertura 2025 y dependiendo de la instancia a la que llegue el equipo.
La faena de la directiva es empezar a mostrar la puerta de salida a Gignac, por más que sea el ídolo mayor de la afición. Con eso, se amortizaría el presupuesto con otro jugador que no cobre tanto y al mismo tiempo, se acabaría la relación.
Gignac es feliz en Monterrey y pensaba incluso estudiar para tener un cargo directivo, pero por ahora resulta complicado que se lo permitan los actuales dirigentes que han tomado decisiones drásticas.
Por ahora, se enfocará en su recuperación, sin embargo, el cuerpo técnico de Veljko Paunovic ya piensa en opciones para traer a otro jugador ofensivo y en llegar a un acuerdo con Gignac de ocuparlo en los partidos entre 20 y 25 minutos.
La primera opción es un jugador del futbol europeo, que está en negociaciones con buen porcentaje de cerrarse. La otra es Dejan Joveljic del Galaxy, quien juega ahí desde 2022 y ha anotado 39 goles en 99 partidos que ha disputado con este club.
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