El consumo en exceso del alcohol es uno de los problemas sociales más agudos que enfrenta el país. Es causa de miles de accidentes, así como de una enorme cantidad de problemáticas asociadas a la violencia, tanto en los hogares como en vías y espacios públicos. Es asimismo un precursor muy relevante para el consumo de otras sustancias adictivas, como el tabaco u otras de mayor impacto en la salud.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud, el consumo nocivo de alcohol es un factor de riesgo significativo para más de 200 enfermedades y trastornos, incluidos trastornos por consumo de alcohol, enfermedades hepáticas, cardiovasculares, trastornos mentales y ciertos tipos de cáncer, asimismo, su consumo está vinculado a problemas de violencia doméstica y abuso infantil, y puede provocar dificultades económicas y desempleo debido a la pérdida de productividad y los costos asociados con el tratamiento de las afecciones relacionadas con su consumo.
México carece de una encuesta reciente sobre adicciones, lo cual dificulta tener información confiable sobre la temática. Por su parte, los registros administrativos muestran elevados niveles de consumo. En efecto, el Boletín Epidemiológico de la Secretaría de Salud muestra que, en 2023, hubo 24 mil 911 personas atendidas por intoxicación aguda por alcohol, mientras que, en 2024, la cifra disminuyó a 22 mil 258, aunque este cambio debe tomarse con cautela, pues se trata de personas atendidas en el sector salud, y no necesariamente constituyen todo el universo de personas que llegaron a ese nivel de abuso en el consumo de la sustancia. Del registro de 2024 se tiene que en 16 mil 351 casos las personas atendidas fueron hombres y en 5 mil 907 se trató de mujeres.
Otra cuestión a destacar al respecto es que las entidades con mayor número absoluto de casos registrados fueron Jalisco con 2 mil 385 casos en 2023 y 2 mil 279 en 2024, Estado de México con 2 mil 650 en 2023 y 2 mil 245 en 2024, Guanajuato con 2 mil 409 y 2 mil 206 en los años señalados, la CDMX con 2 mil 451 y 2 mil 144, Puebla con 989 y 1 mil 59 en los años que se consignan, Chiapas tuvo 944 y mil 50, mientras que Veracruz 932 y mil 14 casos atendidos en esos años, respectivamente.
Frente a lo anterior es importante hacer notar las enormes diferencias en Veracruz y Puebla, frente a los otros estados con mayores cifras, pues sus poblaciones son similares o incluso superiores y sus registros son prácticamente de la mitad, lo que sugiere un muy importante subregistro de casos.
Excelsior