El fiscal especial Jack Smith, quien dirigió los casos federales contra Donald Trump por acusaciones de intentar anular su derrota en las elecciones de Estados Unidos de 2020 y mal manejo de documentos clasificados, presentó su renuncia, mientras el presidente electo se prepara para regresar a la Casa Blanca.
Smith dimitió el viernes de su cargo en el Departamento de Justicia, según un escrito presentado ayer ante la jueza de distrito Aileen Cannon, en el que le pedía que levante una orden judicial que había emitido para bloquear la publicación de su informe final.
La renuncia de Smith se notificó en una nota a pie de página en la presentación, que decía que el fiscal especial había completado su trabajo, había presentado su informe final confidencial el 7 de enero y se había “separado” del Departamento de Justicia el 10 de enero.
Smith, un exfiscal de crímenes de guerra, llevó dos de los cuatro casos penales a los que se enfrentaba Trump tras dejar el cargo, pero vio cómo se paralizaban después de que una jueza designada por Trump en Florida desestimó uno y de que la Corte Suprema de Estados Unidos, con tres jueces nombrados por Trump, determinó que los expresidentes gozan de una amplia inmunidad para ser procesados por actos oficiales. Ninguno de los dos casos llegó a juicio.
Después de que Trump derrotó a la vicepresidenta demócrata Kamala Harris en las elecciones del 5 de noviembre, Smith retiró ambos casos, citando una norma de larga data del Departamento de Justicia contra el enjuiciamiento de presidentes en ejercicio.
Al pedir a los tribunales que desestimaran los cargos, el equipo de Smith defendió los méritos de los casos que habían presentado, señalando únicamente que el inminente regreso de Trump a la Casa Blanca los hacía insostenibles.
La salida de Smith es otro hito en el colapso de los casos penales contra Trump.
Excelsior