La Selección Mexicana enfrentó condiciones adversas antes de su partido contra Honduras en San Pedro Sula, debido a la tormenta tropical Sara, que trajo intensas lluvias y retrasó su reconocimiento de campo hasta la noche. El encuentro corresponde a la ida de los cuartos de final de la Liga de Naciones de Concacaf.
Para Javier Aguirre, técnico del Tri, el desafío va más allá del terreno complicado; su objetivo es que los jugadores se sientan orgullosos de portar la camiseta nacional.
“Quiero que se sientan orgullosos de estar aquí. No veo hostilidad; somos 11 contra 11 con un árbitro aplicando el reglamento”, expresó Aguirre, buscando neutralizar cualquier percepción negativa sobre el ambiente.
En cuanto al enfoque de juego, Aguirre fue claro:
“El resultado es muy importante. He ganado partidos de diferentes maneras, y eso es lo que cuenta”.
Mentalidad y estabilidad emocional
El mediocampista Luis Chávez destacó la importancia de mantener una buena actitud, algo que Aguirre ha enfatizado repetidamente.
“Nos tiene cansados con tanta repetición, pero es clave estar estables emocionalmente en el partido”, comentó Chávez.
Reivindicación como gigante de Concacaf
El equipo mexicano busca reafirmarse como el gigante de la Concacaf, ante un rival que aún recuerda la polémica eliminación en la Liga de Naciones del año anterior. Israel Reyes, defensa del Tri, expresó su deseo de imponer autoridad en el estadio Morazán. “Es un tema personal, quiero dar un golpe de autoridad como equipo”, señaló, confiado en que con Aguirre como entrenador, podrán borrar el pasado y centrarse en una victoria contundente.
El partido de vuelta se disputará el próximo martes en el Estadio Nemesio Diez, en Toluca.
Excelsior