El presidente italiano Sergio Mattarella se reunió con su homólogo chino Xi Jinping el viernes en una visita oficial a China que se llevó a cabo al tiempo que la invasión de Rusia a Ucrania enfrenta a los aliados de Italia en la OTAN con el apoyo de Beijing a Moscú.
Ambos mandatarios intercambiaron saludos tras una ceremonia con todos los honores militares en el Gran Salón del Pueblo, en el corazón de Beijing.
Italia y China, una relación comercial estrecha
En su discurso de bienvenida, Xi se refirió al 700 aniversario del viaje del aventurero y comerciante italiano Marco Polo a China, que fomentó lazos culturales, económicos y religiosos entre Europa y Asia Oriental.
Italia depende en gran medida del comercio exterior, como los productos de lujo que tienen un gran mercado en China.
También es miembro de la OTAN, a la cual China ha culpado de provocar el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Beijing ha proporcionado ayuda a Moscú comprando sus exportaciones de energía mientras le vende tecnología que puede ser utilizada en drones y otros armamentos.
Las diferencias en temas políticos no se plantearon frente a los medios y los dos presidentes supervisaron más tarde la firma de una serie de acuerdos sobre asuntos —desde cultura hasta tecnología y comercio.
Italia se ha retirado de la iniciativa global insignia de Xi, la Iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda, que busca profundizar las relaciones de China con países en África, Asia, Latinoamérica y Oriente Medio a través de inversiones en infraestructura.
La primera ministra italiana Giorgia Meloni había declinado renovar el acuerdo, pero, no obstante, visitó China en julio.
Italia se convirtió en el primer país del G7 en adherirse a la iniciativa en 2019, cuando el gobierno liderado por el partido populista Movimiento Cinco Estrellas la promovió como una forma de aumentar el comercio con China al mismo tiempo que obtenía inversiones en proyectos de infraestructura importantes.
Con información de AP News.
