El gobierno de Estados Unidos asestó un duro golpe a la pandilla supremacista blanca Peckerwoods, una organización criminal con base en el Valle de San Fernando, cerca de Los Ángeles, California.
Decenas de miembros de esta violenta pandilla fueron acusados de diversos delitos, incluidos tráfico de drogas y posesión ilegal de armas, en lo que las autoridades han descrito como un avance significativo en la lucha contra el crimen organizado neonazi en el país.
La acusación, hecha pública este miércoles tras una investigación federal que culminó en varias redadas simultáneas, señala a 68 personas involucradas en una variedad de crímenes, como asociación ilícita, tráfico de drogas, fraude y delitos con armas de fuego.
Entre los materiales incautados se encuentran un arsenal de armas ilegales y grandes cantidades de drogas, incluidas potentes sustancias como el fentanilo, un opioide sintético cuya comercialización ilegal ha generado una grave crisis de adicción en Estados Unidos.
La operación contra los Peckerwoods no solo buscaba desmantelar su red de narcotráfico, sino también hacer frente a su ideología de odio.
Esta pandilla neonazi está vinculada a la Hermandad Aria, una poderosa organización supremacista blanca que opera dentro de las cárceles de California. Además, mantiene acuerdos con la mafia mexicana, lo que le permite controlar buena parte del tráfico de drogas y otras actividades criminales en la región.
Los Peckerwoods son conocidos por exhibir tatuajes e iconografía neonazi, como esvásticas y el número «88», un código utilizado por los simpatizantes del nazismo para hacer referencia a «Heil Hitler».
Este número tiene un significado particular dentro del movimiento supremacista blanco, ya que la H es la octava letra del abecedario, por lo que 88 representa un saludo al líder nazi Adolf Hitler.
El supremacismo blanco, una ideología que defiende la superioridad de las personas blancas sobre otras razas, ha sido un problema persistente en Estados Unidos.
A lo largo de la historia, esta creencia ha alimentado grupos de odio que promueven la violencia y la exclusión de comunidades minoritarias.
En particular, los supremacistas blancos han estado involucrados en actos de terrorismo, crímenes de odio y actividades criminales como el tráfico de drogas, a menudo utilizando su ideología para justificar sus acciones.
Las pandillas supremacistas como los Peckerwoods se adhieren a esta ideología extremista, lo que agrava su peligro para la sociedad. No solo se dedican a actividades criminales, sino que también promueven una narrativa de odio que busca desestabilizar las comunidades multiculturales de Estados Unidos.
Excelsior