A pesar de la incertidumbre generada por la reforma al Poder Judicial y la debilidad fiscal del gobierno actual, México es poco probable que pierda su grado de inversión, según Renzo Merino, analista soberano principal para México en Moody’s.
Sin embargo, la agencia calificadora advierte que la próxima administración enfrentará desafíos fiscales importantes.
Merino explicó que la solidez económica del país y su capacidad para manejar riesgos compensan las debilidades institucionales y de gobernanza, así como la fragilidad fiscal reciente.
Moody’s ha mantenido la calificación de México en ‘Baa2’ con perspectiva estable, a dos niveles del grado especulativo, lo que indica que el perfil crediticio del país sigue bien posicionado.
El analista señaló que un cambio abrupto en la calificación solo ocurriría si hubiera un choque significativo que afectara el perfil crediticio, como lo ocurrido durante la pandemia. Recordó que en 2022 la nota de México fue reducida de ‘Baa1’ a ‘Baa2’, pero no espera más ajustes drásticos sin un deterioro institucional serio.
Moody’s realizará una nueva revisión de la nota soberana de México hacia finales de 2024, después de evaluar las políticas del nuevo gobierno de Claudia Sheinbaum, incluida la propuesta de presupuesto para 2025. La agencia estará particularmente atenta a las perspectivas económicas bajo la nueva administración.
El Financiero
