Analistas de Banorte advirtieron que los principales factores que impulsaron el crecimiento económico en los últimos trimestres no se mantendrán en la segunda mitad de 2024.
El desempeño económico de México sorprendió positivamente al inicio del segundo semestre, impulsado por el sector agropecuario, beneficiado por mejores condiciones climáticas. Sin embargo, debido a la volatilidad del sector agrícola, se espera que tanto la industria como los servicios mantengan un ritmo moderado, lo que indica un bajo dinamismo económico en los próximos meses.
De acuerdo con el INEGI, la economía creció un 2.0% anual en julio, en comparación con el 1.3% de junio, según el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) desestacionalizado. El sector agropecuario registró un incremento anual del 12.5%, su primer avance después de tres meses de caídas, y su mejor resultado desde 2016.
Por su parte, la industria creció un 0.6% anual, una leve mejora respecto al 0.4% del mes anterior, pero con un crecimiento inferior al 1% durante los últimos cuatro meses. Los servicios, que incluyen comercio, crecieron un 2.2% anual en julio, superando el 1.9% de junio.
Se prevé una desaceleración
Aunque los tres sectores mostraron resiliencia, la tendencia observada en la primera mitad del año sugiere una desaceleración gradual, impulsada por la cautela en el consumo y la industria. Francisco Campos, economista en jefe de Deutsche Bank para América Latina, indicó que es probable que el gasto de los consumidores disminuya debido a factores como la base elevada, la debilidad del mercado laboral y la desaceleración de las remesas.
Andrés Abadía, economista en jefe para América Latina en Pantheon Macroeconomics, señaló que, aunque los datos de julio fueron alentadores, los riesgos a la baja persisten, lo que hace insostenible el ritmo de crecimiento observado en ese mes.
De enero a julio, la economía creció un 2.1% anual, por debajo del 3.4% registrado en el mismo periodo de 2023. La industria acumuló un crecimiento del 1.5% anual y los servicios un 2.6%, ambos por debajo de los niveles del año anterior. El sector primario, pese a su sólido repunte en julio, presentó una caída anual del 0.6%.
Analistas de Citibanamex proyectan un crecimiento del PIB del 1.3% para 2024, considerando la debilidad de la demanda externa, la desaceleración en la creación de empleos, la caída del gasto público y la incertidumbre que afecta las inversiones.
Sin impulsores a la vista
En términos mensuales, la economía creció un 0.6% en julio, mejorando desde el 0.2% de junio, sumando así tres meses consecutivos al alza. No obstante, expertos coinciden en que no hay elementos que apunten a una aceleración económica significativa en lo que resta del año.
Alejandro Saldaña, economista en jefe de Ve por Más, señaló que no se prevén catalizadores que impulsen una mayor actividad económica, mencionando la incertidumbre por los cambios institucionales y las próximas elecciones en Estados Unidos.
Por su parte, Marcos Arias, supervisor de análisis económico en Econosignal, indicó que la economía está entrando en una fase de bajo crecimiento, y que la transición gubernamental en el cuarto trimestre podría paralizar algunos indicadores, afectando principalmente el gasto público. James Salazar, de Monex, advirtió que el cierre del año será complicado, con el consumo debilitado y el sector externo inestable, lo que podría generar una variación negativa en los últimos meses de 2024 o inicios de 2025.
El Financiero
