Dos años después de que se iniciaran las protestas denominadas Mujer, vida, libertad, tras la muerte bajo custodia ilegal de la joven iraní Jina Mahsa Amini, el gobierno de Irán ha intensificado sus esfuerzos para reprimir los derechos fundamentales de las mujeres y las niñas y aplastar las iniciativas de activismo femenino que aún existen, advirtió la Misión Internacional Independiente de Investigación de la ONU sobre el país medioriental.
Mahsa Amini tenía 22 años cuando fue detenida por la policía de la moral iraní en Teherán el 13 de septiembre de 2022 por presunto incumplimiento de las leyes nacionales sobre el velo, o hiyab, obligatorio.
Su muerte bajo custodia policial desencadenó una oleada de protestas que se extendió por todo el país. La misión indicó que, aunque las protestas masivas han remitido desde entonces, el desafío incesante de mujeres y niñas es un recordatorio continuo de que siguen viviendo en un sistema que las relega a “ciudadanas de segunda clase”.
Desde abril de este 2024, las autoridades estatales han “incrementado las medidas y políticas represivas a través del denominado Plan Noor (noor significa luz en persa), fomentando, sancionando y respaldando las violaciones de derechos humanos contra las mujeres y niñas que hacen caso omiso del hiyab obligatorio”, según la actualización de la misión.
La entidad de las Naciones Unidas detalló que las fuerzas de seguridad han intensificado aún más los patrones preexistentes de violencia física, incluyendo golpes, patadas y bofetadas a mujeres y niñas que no cumplen con las leyes y reglamentos obligatorios del hiyab, vestimenta tradicional.
Excelsior